Una tanda de afiches callejeros multicolores, un flamante local partidario a cuadras del Congreso y un call-center para reclutar adherentes. Con estas novedades, el ARI inaugura su estrategia de cara a las complicadas elecciones de octubre, en una disputa que estará naturalmente centrada en la figura de Elisa Carrió: en los próximos días, la chaqueña reaparecerá públicamente en la presentación de su último libro y lanzará un Foro Educativo en el marco de una campaña que sus operadores definen como “no convencional”.
Los afiches fueron diseñados por los seis integrantes del comité de campaña partidario –Pablo Javkin, Néstor Piedrafita, Fabián Di Nuccio, Carlos Iglesias, Pablo Failde y Matías Méndez–, quienes se ocuparon de sintetizar en pocas palabras la “campaña de valores”, según la definición de Carrió. “Si pensás que la palabra vale”, “si pensás que hay que volver a la mesa familiar” y “si pensás que no hay que robar ni mentir”, son algunas de las consignas que el ARI ya comenzó a distribuir en carteles, volantes y hasta señaladores que se repartirán en la Feria del Libro. En todos los casos, debajo del slogan se incluye la leyenda “contrato moral” en el formato de un sello, eje central de la campaña y del discurso político de Carrió.
Además de la propaganda gráfica, en el ARI trabajan contrarreloj para terminar a tiempo las obras de remodelación del local de Rivadavia 1475. Ubicado en la planta baja del edificio del Instituto Hannah Arendt, el lugar se convertirá en la sede central del partido, cuyo largo proceso de formalización como fuerza política nacional concluyó en marzo pasado. El martes que viene, Carrió inaugurará allí el local del ARI, dotado de una sala de reunión y oficinas para la conducción del partido y el comité de campaña.
En el mismo lugar se instalará la última novedad electoral: el call-center. La idea es que al comunicarse con un número –es el 0-800-5555-ARI– cualquiera pueda obtener información sobre el partido, pedir material, hablar con los candidatos o afiliarse. Atendido por un grupo de voluntarios de la juventud, el call-center comenzará a funcionar el próximo martes.
Pero lo central, más allá de las nuevas herramientas de campaña, es la reaparición de Carrió luego de un par de semanas de silencio. En los próximos días, la chaqueña encarará algunas apariciones públicas, aunque alejadas de la lógica estrictamente proselitista: el 29 de abril presentará en la Feria del Libro la publicación del Instituto Hannah Arendt –Búsquedas de sentido para una nueva política–, junto a Daniel Larriqueta, Diana Maffía y Dora Barrancos. El 6 de mayo lanzará junto a Marta Maffei, candidata a senadora del ARI en la provincia de Buenos Aires, un congreso sobre educación en la Facultad de Derecho junto a docentes e intelectuales. Y el 20 de mayo viajará a Mar del Plata para participar de un encuentro nacional del ARI, donde se terminarán de definir las grandes líneas de la campaña.
En general, el objetivo es explotar al máximo la candidatura de Carrió en la perspectiva de una campaña nacional: el peso de algunos candidatos (Mauricio Macri, Cristina Kirchner, Ricardo López Murphy) y la voluntad del Presidente de plebiscitar su gestión contribuirían a nacionalizar la campaña: los operadores del ARI están convencidos de que, en este contexto, la postulación de la chaqueña podría irradiar hacia otros distritos.
La idea es esquivar la típica estrategia electoral y continuar con las actividades “no convencionales”, un modo de no saturar al electorado yevitar confrontar con el peronismo en un contexto de disparidad de estructura y candidatos. Para ello, en el comité de campaña buscan explotar al máximo los recursos con los que cuentan a través de una estrategia que definen como “paralela” a la del Gobierno. “Nosotros tenemos que hablar de otras cosas. Es la única forma de crecer”, define Carrió.