EL PAíS
› POR PRIMERA VEZ HABRA UNA CAMPAÑA OFICIAL
PARA PROMOVER EL USO DE LOS ANTICONCEPTIVOS
Ahora sí pueden chocar los planetas
El Ministerio de Salud lanzará mañana una campaña nacional para difundir el Programa de Salud Sexual que rige por ley en todo el país, pese a los intentos de la Iglesia de frenarla. Habrá publicidad gráfica y spots en radio y tevé. En 2005 se repartirán 18 millones de contraceptivos. El escándalo de Baseotto se originó por el reparto de preservativos.
› Por Mariana Carbajal
El gobierno nacional lanzará mañana una campaña masiva de promoción del uso de anticonceptivos en todo el país, a través de spots en radios y canales de televisión y avisos en diarios. Es la primera vez en la historia argentina que hay una iniciativa mediática de esta naturaleza para promover la procreación responsable. La campaña se pone en marcha a dos años de la implementación del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, aprobado por una ley del Congreso –que la Iglesia Católica intentó frenar en su momento a fuerza de presionar a los legisladores–, por el cual el Ministerio de Salud distribuye anticonceptivos a todas las provincias para que se entreguen gratuitamente en los hospitales y centros de salud de cada jurisdicción. Este año la Nación repartirá 10 millones de preservativos, 450 mil dispositivos intrauterinos, 1,6 millón de anticonceptivos inyectables y 5,8 millones de blisters de píldoras: en total, serán más de 18 millones de contraceptivos a lo largo del 2005, un 36 por ciento más de lo que se repartió en el 2004, según cifras oficiales a las que tuvo acceso Página/12. Ya llegó a 5076 el número de salas y hospitales de todo el país donde se puede pedir información y métodos para evitar un embarazo y el contagio de infecciones de transmisión sexual y a un millón y medio las personas beneficiadas por el programa.
En principio, la campaña se extenderá por una semana y se repetirá a mediados de mayo. Lleva el slogan “Informate, consultá, decidí. Es ley, es tu derecho”. “Queremos que la gente sepa que tiene el derecho a exigir anticonceptivos en los centros de salud y que no se trata de una medida más del Gobierno sino que es una ley”, explicó ayer a este diario Eduardo Bologna, integrante del equipo de Comunicación del área de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de la Nación.
Resistencias
La campaña sale a la luz cuando todavía resuenan los ecos de la polémica entre el Gobierno y el Vaticano por las escandalosas declaraciones del obispo castrense, monseñor Antonio Baseotto, quien sugirió “tirar al mar” al ministro Ginés González García precisamente por su política de reparto de preservativos y su posición en favor del aborto.
“Con información, podemos decidir”, dice uno de los spots de radio y da cuenta de los alcances del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. El otro micro radial, que se pondrá al aire a partir de mañana, precisa que en cualquier centro de salud u hospital se puede pedir “información especializada” y “recibir en forma totalmente gratuita el método anticonceptivo y de prevención que vos necesites”. Los avisos de tele y los que se publicarán en diarios llevan contenidos similares. “Quisimos que esté incluido el varón, que se tenga en cuenta la perspectiva de género”, apuntó Bologna. En los avisos gráficos aparece una pareja de un hombre y una mujer abrazados.
–¿Por qué recién ahora se pone en marcha una campaña en los medios para dar a conocer una iniciativa que ya tiene dos años? –le preguntó Página/12 a la coordinadora del programa, Inés Martínez.
–Nosotros no somos los ejecutores del programa. Son las provincias. No queríamos salir a ofertar algo cuando no estábamos seguros de que se iban a entregar realmente los anticonceptivos. En el primer cuatrimestre de 2003, cuando lanzamos el programa, teníamos apenas 337 efectores que daban información y métodos en sólo nueve provincias. A fines de 2004 terminamos con 5076 efectores en todas las provincias. Por eso salimos ahora con la campaña. Hemos cumplido con toda la logística del programa. Ahora queremos llegar a toda la población. Con ese objetivo, desde el programa se está ofreciendo capacitación sobre anticoncepción a organizaciones de base de la Capital y el conurbano bonaerense, particularmente piqueteras, como Barrios de Pie, para que lleven la información a los barrios. “Les damos capacitación y ellosreplican los talleres de comunicación en sus comunidades. Además, se han convertido en una especie de control social del programa porque denuncian cuando no se entregan los anticonceptivos o si hay otras irregularidades. Recién ahora puedo asegurar que al programa lo va a defender la gente”, evaluó Martínez.
–¿Qué tipo de irregularidades detectaron? –le preguntó este diario a la funcionaria.
–En algunos hospitales que antes ofrecían los anticonceptivos a bajo precio, siguieron dándolos o colocando DIU a cambio de dinero. O los médicos decían que el DIU que manda Nación no era bueno, para boicotear el programa, porque la práctica anticonceptiva se hacía mayormente en el sector privado. Para que la gente se quede tranquila: los métodos que compramos están aprobados por las sociedades científicas y por el Anmat.
En el primer cuatrimestre de 2003, el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable llegaba a 124.201 personas en todo el país: el 13 por ciento eran menores de 20 años. En los últimos meses de 2004 esa cantidad aumentó 1148 por ciento y alcanzó a 1.550.266 beneficiarios: 24 por ciento menores de 20.
–¿Hay denuncias de que en San Juan no se están repartiendo anticonceptivos?
–San Juan es la provincia más problemática que tenemos, donde hay menor implementación del programa. Sabemos que los insumos que mandamos no se distribuyen en su totalidad por resistencia del Ministerio de Salud. Ayer justamente tuvimos una reunión con autoridades de la provincia para que no obstaculicen la marcha del programa (ver aparte).
Varones
El programa nacional se creó a partir de una ley del Congreso (Nº 25.673) aprobada el 30 de octubre de 2002, tras varios años de discusiones frustradas. La oposición de la Iglesia Católica –que se encargó de hacer lobby sobre diputados y senadores para que el proyecto fuera cajoneado– fue el principal escollo que debieron sortear las impulsoras de la iniciativa, principalmente legisladoras mujeres de distintos bloques. El programa no sólo consiste en la distribución gratuita de anticonceptivos y en el asesoramiento profesional a la población en los centros de salud y hospitales. También en la capacitación de los mismos médicos. “Entre los profesionales estaba muy instituido que una mujer necesitaba hacerse una gran cantidad de análisis antes de recibir un anticonceptivo. Les pedían desde hemogramas hasta hepatogramas. Era una barrera de acceso porque las mujeres no llegaban a hacerse todos los estudios por falta de dinero, entre otros motivos, además resultaba un gasto adicional al sistema de salud. Y las mujeres volvían embarazadas o no volvían a recibir el anticonceptivo”, contó la coordinadora del programa.
A través del programa nacional, en el último cuatrimestre de 2004, 117.466 personas recibieron DIU, 798.118 anticonceptivos orales y 160.637 inyectables. La demanda de estos últimos creció notablemente en los dos años que el Ministerio de Salud lleva distribuyendo métodos a las provincias, de acuerdo con las estadísticas oficiales. Mientras en 2004 se aplicaron 588.000 anticonceptivos inyectables, para este año están previstas la compra y entrega de 1.668.000 en todo el país. “Antes era un método que no se prescribía porque traía algunas complicaciones en las mujeres, pero la nueva generación de inyectables viene con menor dosis hormonal y casi no trae inconvenientes. Y las mujeres lo están eligiendo. Estuvimos preguntándoles y los motivos que dan son dos: es una inyección mensual –no corro el riesgo de olvidarme de una toma diaria como en el caso de la píldora– y mi marido no se entera, dicen. Esta respuesta nos da la pauta de la necesidad de incorporar a los varones al programa”, señaló Martínez. En los inicios de la implementación de esta política ningún hombre se acercaba a los consultorios hospitalarios de procreación responsable a pedir preservativos. “Hoy, el 8 por ciento de los beneficiarios del programa son varones”, destacó la funcionaria.
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