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El entredicho entre el canciller Rafael Bielsa y la dirigencia de la AMIA pareció anoche quedar superado tras un encuentro entre el ministro y el titular de la mutual judía, Luis Grynwald. Como anticipó Página/12, la conducción de la AMIA revisó ayer la documentación exhibida por la Cancillería en la que consta que hubo gestiones –consideradas más que intensas por Bielsa– para reclamarle a Interpol que vuelva a poner en alerta roja las órdenes de captura contra los 13 iraníes imputados en el atentado contra la AMIA. “Luego de un intercambio en el cual ambas partes expusieron sus puntos de vista, el canciller dio por superada la situación planteada con una organización social del prestigio de la AMIA”, se informó en la Cancillería. El lunes, en el acto por el 11º aniversario del atentado, Grynwald sostuvo que las órdenes de captura “duermen” en la Cancillería, una información que habría extraído de la causa que está en el juzgado de Rodolfo Canicoba Corral donde sólo consta el pedido al Ministerio de Relaciones Exteriores de que se reclame ante Interpol. Sin embargo, ayer Bielsa le mostró a Grynwald todas las gestiones que se hicieron, incluyendo una protesta diplomática. La cuestión será tratada en el plenario de Interpol que se hará en septiembre en Berlín. La organización internacional de policía consideró en el último año que las pruebas contra los iraníes son insuficientes, pero tanto la Cancillería como la AMIA creen que existen razones políticas por las que Interpol no ha exhibido demasiado entusiasmo con las órdenes de captura.