“Los que decían que nos iban a apoyar, en la provincia de Buenos Aires se están abrazando a través de (Luis) Patti con el menemismo”, disparó el presidente Néstor Kirchner en el acto por el Día Internacional de la Juventud en el microestadio de River. Los miles de jóvenes K que lo escuchaban se ocuparon de explicar a quién se dirigía el dardo: “Y ya lo ve, es para Duhalde que lo mira por tevé”, corearon. Esta vez, aludió al acuerdo del duhaldismo con el candidato del Paufe, que estaría próximo a anunciarse. Ese pacto “es una divisoria clara de un sector electoral hacia la derecha”, analizó el ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Con un ruido atronador de bombos, River se colmó de jóvenes de agrupaciones del conurbano como el MTD Evita, Federación de Tierra y Vivienda, Juventud de Pie, Compromiso K, que participaron del acto organizado por el Ministerio de Desarrollo Social. Cada vez que el locutor les pedía silencio, cantaban “un minuto de silencio, para Duhalde que está muerto”. “Yo soy la mamá de uno de los chicos que están acá. Venimos a acompañarlos desde Hurlingham, donde tenemos un proyecto para que participen en murgas”, contaba María Elena, de 32 años, del Movimiento 26 de Julio. Entre las banderas estampadas en celeste y blanco se destacaba una en rojo con la cara del Che Guevara. “Estamos apoyando al nuevo campeón, porque Duhalde viene con toda la tradición mafiosa y corrupta”, explicó Verónica, de 21 años, de la Federación Juvenil Comunista.
Todos aullaron cuando empezó el acto con León Gieco tocando El fantasma de Canterville. “Fui invitado por un amigo, Juan Cabandié, a quien le escribí este tema”, relató Gieco antes de tocar Yo soy Juan, mientras las banderas ondeaban al ritmo. Cabandié, el nieto recuperado que habló en el acto de la ESMA en marzo de 2004, formó parte de la organización del acto. “León un día me llamó, dijo que se había emocionado, nos juntamos. Esa noche escribió esa canción”, explicó Cabandié en diálogo con Página/12. Luego aclaró: “Necesitamos organizar a la juventud y abrir caminos de inclusión y de trabajo desde el Estado”.
No fue el único de los ecos del acto de la ESMA, donde también había cantado Gieco. “Veo hoy en los rostros de ustedes la cara de miles de amigos y compañeros que no están, pero que militaron conmigo en esa gloriosa JP que ustedes mencionan”, dijo Kirchner, casi afónico, al comenzar su discurso. “Pingüino corazón, acá tenés los pibes para la liberación”, le respondió la multitud de jóvenes.
“Me decían que removía el pasado. Esta sociedad argentina no quiere convivir ni con desaparecedores ni con torturadores. Acompañamos la inconstitucionalidad de las leyes y les dijimos a las Madres: ‘Acá están sus hijos y la Justicia que la argentina merece’”, consideró el Presidente, que recordó la figura de Juan Domingo Perón (algo que no suele hacer en sus discursos), entre la de José de San Martín y Evita. “Son un ejemplo de transformación y cambio”, remarcó. “Y ya lo ve: es la gloriosa JP”, decían desde la tribuna cuando el Presidente se bajó a saludar, recibir abrazos y palmadas. “Muchas gracias por esa irreverencia”, concluyó Kirchner.

Informe: Werner Pertot.