Un ataúd, algunas lloronas y hasta una improvisada orquesta ejecutando la Marcha Fúnebre de Chopin: con estos elementos, un grupo de piqueteros e integrantes de asambleas populares reclamaron ayer la libertad de Raúl Castells, que desde hace dos meses realiza una huelga de hambre en rechazo a su procesamiento por “extorsión” a un local de comidas rápidas. La puesta en escena, montada frente a la Pirámide de Mayo, incluyó un hombre con una careta de Néstor Kirchner que llevaba el ataúd en donde descansaba la réplica de Castells. “Nuestro objetivo es llamar la atención de Kirchner, que encierra tras las rejas a un dirigente por reclamar justicia social mientras tantos políticos corruptos siguen libres”, aseguró Rubén Saboular, del Movimiento de Asambleas Populares, uno de los organizadores del reclamo.