Le corresponderá ahora a la Comisión de Asuntos Constitucionales presidida por Cristina Fernández de Kirchner ponerle fecha a la citación de los seis testigos que deberán concurrir para testimoniar en el juicio político contra el juez de la Corte Antonio Boggiano.
El plenario del Senado aprobó ayer la apertura del período de prueba y también desestimó los recursos extraordinarios presentados por la defensa del magistrado. Recursos que pedían la nulidad de su suspensión preventiva como integrante del máximo tribunal de justicia, que recusaba a 34 senadores y que reclamaba la existencia de cosa juzgada porque los hechos ya habían sido juzgados cuando se destituyó a Eduardo Moliné O’Connor.
Aunque hubo un pequeño debate entre el riojano Eduardo Menem, el radical Norberto Massoni, que puso su disidencia parcial porque no se fundamentó la exclusión de uno de los testigos pedidos por la defensa, y la santacruceña Fernández de Kirchner, la votación revalidó el criterio de la comisión legislativa de no considerar judiciables y apelables las decisiones del juicio político. Fue precisamente Fernández de Kirchner quien resaltó que “el tribunal actuó de la misma manera que lo hizo en el caso de Moliné O’Connor”.
Este fue el único punto que generó algún debate. Fernández de Kirchner le respondió a Massoni y también a Menem, destacando que no se trataba del rechazo de un testigo sin mayores razones que ésas. Comentó que la Comisión de Acusación de la Cámara de Diputados había pedido 37 testigos, que la defensa de Boggiano reclamó la presencia de 14 personas. Finalmente la comisión resolvió llamar a seis de todos los testigos pedidos por una y otra parte. También subrayó que de esos seis testigos cinco habían sido pedidos por las dos partes.