EL PAíS
› EN ENTRE RIOS, KIRCHNER VOLVIO A CARGAR CONTRA DUHALDE
Nuevo escenario, la misma pelea
El Presidente volvió a criticar el “viejo orden”, en referencia a Duhalde y a Menem. El ministro Aníbal Fernández les dijo a los duhaldistas que se podían meter la marcha peronista “en el culo”.
Otro escenario, el mismo discurso. Néstor Kirchner volvió a cargar ayer contra Eduardo Duhalde. Lo hizo en Entre Ríos y unos días después de que su antecesor hablara de la necesidad de garantizar la gobernabilidad. “Si para garantizar, entre comillas, la pseudogobernabilidad tengo que traicionar al pueblo argentino y a mis convicciones, yo estoy con el pueblo y con mis convicciones por arriba de cualquier falsa gobernabilidad”, le respondió el Presidente.
El nuevo capítulo de la interna se escribió en Concordia, ciudad a la que Kirchner llegó para anunciar obras públicas y subsidios por 67 millones de pesos, completando así una ayuda de 2487 millones de pesos a nivel provincial.
El tema de la gobernabilidad reapareció en escena la última semana. El jueves Kirchner habló de la existencia de un pacto entre Duhalde, Carlos Menem y Luis Patti para desestabilizar su gobierno. Esa misma noche el ex mandatario manifestó, primero, su asombro, y después, su convicción de que, al menos de su parte, el tira y afloje de la campaña no afectará la estabilidad. Fue una manera de erigirse como el garante de la gobernabilidad.
“Le pido a la población que no tenga miedo al cambio, hay que dar una batalla contra el viejo orden, (contra) los que no quieren el cambio y quieren mantener las prebendas del pasado”, dijo, agregando, nuevamente sin dar nombres, pero en clara alusión a Duhalde: “Esta es la misma dirigencia que dice levantar banderas que después no cumple”.
Kirchner reaccionó también contra aquellos medios y candidatos de la oposición, como la titular del ARI, Elisa Carrió, que le cuestionan su estilo vehemente y confrontativo, en una coyuntura sin aparente peligro a la vista. “Algunos me recomiendan hablar más bajo y menos destemplado y tratar de acordar para buscar formas que garanticen la gobernabilidad. Yo les pido que me ayuden porque todos los días me ponen trabas, ya que a algunos les conviene seguir teniendo gobiernos débiles porque pueden hacer lo que quieren”, subió la apuesta el Presidente.
La campaña se tiñó con tanta fuerza de la interna peronista que a las palabras de Kirchner les siguieron otras más duras a cargo de Aníbal Fernández. Aludiendo al duhaldismo, y la mística peronista de que éste busca impregnar a la sociedad, el ministro de Interior dijo “que se metan en el culo la marcha peronista”. Buscó, de una manera poco elegante, emular a Cristina Kirchner respecto a que el peronismo no está en la simbología sino en las acciones de gobierno.
Rápidamente, el segundo candidato a senador por el duhaldismo, José María Díaz Bancalari, le respondió. “Quienes somos peronistas tenemos primero el Himno Nacional y nuestro segundo himno, la marcha peronista, y eso es una ofensa gratuita de quienes no reconocen lo que es la juridicidad”, afirmó el legislador. “Creo que la sociedad –agregó– no quiere escuchar estas cuestiones que son descalificantes, más para quien las expresa que para quien las recibe.”
Lo único que excedió la pelea entre kirchneristas y duhaldistas fue la concentración de docentes que recibió al Presidente en Concordia. Tal como ocurrió en otras ocasiones, el ministro de Educación, Daniel Filmus, se encargó de recibir a los manifestantes. Y una las docentes, Marta Mados, secretaria general de la Asociación Gremial de Maestros de Entre Ríos (Agmer), acercó una carpeta con detalles del conflicto educativo y el reclamo salarial del sector.
No por nada Kirchner aprovechó para mechar en su discurso la reiteración de un anuncio: que el 9 de septiembre enviará al Congreso nacional el proyecto de financiamiento educativo, que pretende ubicar en 6 puntos del Producto Bruto Interno.
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