EL PAíS
› BALZA APUNTA A JAUREGUI Y TRIMARCO POR LA REPRESION
Los secuestros en el puente
El ex jefe del Ejército dijo que los dos militares tenían la responsabilidad operativa en Paso de los Libres. El sucesor de Pasteris.
Debido a las versiones que lo vinculan al dispositivo represivo que funcionó durante la dictadura en Paso de los Libres, el ex jefe del Ejército Martín Balza una vez más salió a la contraofensiva. Pero esta vez no sólo se limitó a negar su participación en los secuestros realizados en el Puente internacional de Corrientes, sino que apuntó más alto y tiró la responsabilidad a los comandantes del Segundo Cuerpo del Ejército, Luciano Jáuregui y Carlos Trimarco. Mientras tanto, tal como anticipó ayer Página/12, el Gobierno dispuso el relevamiento de Pedro Pasteris como jefe de Gendarmería Nacional. El nombre de su sucesor se estará conociendo en las próximas horas.
La explicación fue similar a la que dio ayer. Concretamente Balza se deslindó de cualquier responsabilidad por la desaparición de personas en Paso de los Libres mientras estuvo al frente del Grupo de Artillería 3 argumentando que el control sobre el puente estaba a cargo de otro destacamento. “Había un destacamento de Inteligencia que dependía técnicamente de la Jefatura II de Inteligencia del Ejército. Tenía vinculaciones también con el batallón de Inteligencia 608 y orgánicamente del comando de la zona II de Rosario. Quiere decir que los comandantes de la zona II de Rosario, los generales Jáuregui y Trimarco son los que pueden dar bastantes explicaciones”, lanzó Balza, actual embajador de Colombia, apuntando así todos los cañones contra los dos ex comandantes que compartieron junto con Leopoldo Fortunato Galtieri el cargo como generales de División en el Segundo Cuerpo del Ejército.
Hasta el momento el nombre de Balza prácticamente no había sonado en la causa. Las investigaciones comenzaron el año pasado revelando la desaparición de al menos nueve personas en el puente fronterizo ubicado en la localidad correntina de Paso de los Libres, como parte de un operativo dispuesto para capturar militantes montoneros que entraban o salían del país. Las versiones sobre la participación de Balza cobraron más resonancia luego de la denuncia que incriminó en los hechos al ex jefe de Gendarmería, Pedro Pasteris, ya removido de su cargo (ver aparte).
Según confirmaron los abogados querellantes, hay dos casos que complican la situación del ex jefe militar. Se trata del secuestro de sacerdote Jorge Adur y de Carlos Marcón, detenidos en junio del ’80, fecha en la que Balza –a cargo del Grupo de Artillería– tenía responsabilidad sobre el control del puente. Las detenciones se realizaron en el marco de un plan sistemático denominado “Operativo Murciélago”, aunque ayer Balza desestimó la versión y las calificó como “operaciones clandestinas a cargo de grupos pequeños”. Otro dato que señalaron es que el dispositivo además estaba organizado por el coronel Carlos Alberto Roque Tepedino, quien durante la gestión de Balza al frente del Ejército pasó a encargarse del departamento de Informática en la jefatura de Inteligencia de Estado Mayor. Anticipándose, semanas atrás Balza envió al juez federal Juan Angel Oliva, actualmente a cargo de las investigaciones, un texto donde alerta sobre una “posible maniobra” para implicarlo en los secuestros. Allí aseguró que “jamás” tuvo información sobre “La Polaca”, el centro clandestino detención que funcionaba en Paso de los Libres como parte del circuito represivo. Si bien por el momento la denuncia que involucró a Pasteris no generó cambios en la causa, no se descartó la posibilidad de que tanto Pasteris como Balza sean citados a declarar.
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