EL PAíS
› LA EMPRESA ESPAÑOLA GESTIONARIA AGUAS ARGENTINAS POR DOS AÑOS
Aguas de Barcelona abre el grifo
La empresa española será el operador. Podrá agrandar el plazo y luego bajará su capital accionario, que lo tomará un fondo de inversión. Acuerdo con Renfe para comprar vagones de tren. Gestiones por el pleito de Telefónica y la situación de Aerolíneas Argentinas.
› Por Fernando Cibeira
Desde Salamanca
La situación de las empresas españolas con inversiones en la Argentina era uno de los puntos calientes del encuentro entre Néstor Kirchner y José Luis Rodríguez Zapatero. El español volvió a mostrarse enfático en su interés porque los capitales de su país acompañen en proceso político argentino y dio muestras de su interés. Gracias a su intervención, Aguas de Barcelona se ocupará de la “gestión directa” de Aguas Argentinas durante los próximos dos años, una vez que la francesa Suez se vaya del país, algo que se calcula sucederá en diciembre. La empresa, según manifestaron Aguas de Barcelona y Suez en un comunicado, podría pasar a manos de un fondo de inversión cuya identidad no fue revelada. Por otro lado, Kirchner y Zapatero firmaron el acuerdo de cooperación para la provisión de material ferroviario y adelantaron gestiones por la situación de Telefónica y Aerolíneas Argentinas.
La posibilidad había sido analizada durante el último contacto que ambos presidentes habían mantenido durante la Asamblea de la ONU en Nueva York. Por aquellos días, luego de muchas amenazas, Suez formalizó su salida de Aguas. Kirchner y Zapatero, entonces, especularon con una vía de solución a través de Aguas de Barcelona.
Existía un escollo considerable. Aguas de Barcelona está conformada por el grupo catalán La Caixa –muy cercano al gobierno español– en un 49 por ciento, mientras que el 51 por ciento restante permanece a la misma Suez. Aguas de Barcelona, por lógica, no podía actuar en contra de los deseos de su accionista mayoritaria. Pero la intervención de Rodríguez Zapatero invocó una salida.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, fue quien se encargó de seguir la negociación día a día. Ya en el avión que llevó a la comitiva presidencial a Salamanca informó que ayer habría una reunión decisiva en París entre el director general de Aguas de Barcelona, Angel Simon, y las autoridades de Suez. De Vido habló ayer con Simon por teléfono y trajo la noticia que motivó cierta euforia en la delegación argentina.
“Va a haber un anuncio muy importante”, informaban, misteriosos, algunos funcionarios en el mediodía salmantino, en donde por momentos lloviznaba y por otros asomaba un tímido sol. Luego se supo la fórmula del acuerdo que todavía se negocia, pero tiene consenso para prosperar:
- Los accionistas internacionales de Aguas Argentinas (Suez 40 por ciento, Vivendi 7,5, Anglian Water 4,25) venderán a un fondo especializado el total de las acciones en su poder. La propia Aguas de Barcelona pasará del actual 25 por ciento a un 7.
- De Vido aclaró que “no se está hablando por el momento de participación del Estado argentino".
- El capital social de la empresa quedaría constituido por 70 por ciento en manos del fondo de inversión, 7 por ciento de Agbar, 10 por ciento en poder de los empleados (PPP), 8,26 del Banco Galicia y 5 de la Corporación Financiera Internacional (Banco Mundial).
- Aguas de Barcelona se ocuparía de la gestión de la compañía durante dos años –y con opción a otros tres– “con el objetivo de asegurar el normal funcionamiento durante el traspaso de propiedad a los nuevos accionistas y el mantenimiento de los estándares de los servicios" .
En tanto, el acuerdo para la provisión de material ferroviario por la empresa española Renfe para el trienio 2006/9 que comprenderá un total de 667 vehículos, repartidos entre 426 vagones, 121 locomotoras y 120 coches motor. El material será reacondicionado en Argentina. “Estos vagones y locomotoras van a generar empleo por más de cuatro años”, destacó Zapatero.
- Aerolíneas Argentinas: Consensuaron que el influyente jefe de asesores de Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián, recibirá en la primera quincena de noviembre al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a De Vido y al embajador Carlos Bettini junto a los gremios de la actividad aeronáutica y las autoridades de la empresa para encontrar una solución a la crisis. Por un lado está el conflicto gremial que atraviesa la aerolínea, pero al Gobierno le interesa principalmente los balances de los últimos tres años que presentaron. “Están muy mal”, explicaban.
- Telefónica: De las últimas conversaciones entre el Gobierno y la empresa acordaron cambiar la Ley de Comunicaciones. “Coincidimos en que hay que cambiar el marco regulatorio”, explicó De Vido. Si se avanza en ese sentido, es muy posible que –ahora sí– Telefónica suspenda la demanda que mantiene contra el gobierno argentino en el Ciadi.
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