Por Eduardo Tagliaferro
Desde Mar del Plata

La gran cantidad de temas, las diversas posiciones de los intervinientes de los cerca de 140 talleres, no fueron mayor obstáculo para que los organizadores de la Cumbre de los Pueblos llegaran a un documento común, cuya lectura en asamblea marcó el final de la movida que, además de intentar “construir alternativas”, repudió a la IV Cumbre de las Américas. Este es el prólogo del rechazo a George W. Bush, que hoy se espera que desborde el estadio mundialista de Mar del Plata y que también llene las calles de Mar del Plata y otras ciudades de la Argentina. En apoyo a esas jornadas de movilización, la Central de Trabajadores Argentinos convocó para hoy a un paro nacional con abandono de los lugares de trabajo.
Luego de un repaso histórico de las anteriores cumbres, y de caracterizar el momento en el que se realiza el encuentro de las 34 comitivas presidenciales, la Cumbre de los Pueblos, en diez puntos, condena al ALCA y las políticas que de él se desprenden.
Los encargados de presentar ante la Asamblea las conclusiones de los principales talleres que desde el martes se vienen realizando subieron al escenario del estadio cubierto del polideportivo de Mar del Plata. Un estadio desbordante. Luego de celebrar como un triunfo, que el pasado primero de enero no comenzó a regir el Area de Libre Comercio, tal como la administración norteamericana lo preveía originalmente, el documento de la Cumbre de los Pueblos señala que “sin embargo Estados Unidos no deja en su estrategia de afirmar su hegemonía en el continente por medio de tratados de libre comercio bilaterales o regionales, como es el que por un margen estrecho se ha aprobado para Centroamérica y el que buscan imponer ahora a los países andinos”.
El documento, titulado “Es necesario y posible una integración desde y para los pueblos”, condena que la administración norteamericana, “junto con sus gobiernos incondicionales, viene a Mar del Plata con la pretensión de revivir el cadáver del ALCA, cuando los pueblos han expresado claramente su rechazo a una integración subordinada a los Estados Unidos”. Tomando nota de las dificultades que la Cumbre de las Américas tiene en la redacción de su documento final, la Cumbre de los Pueblos destaca que “en la declaración oficial que está siendo discutida por los gobiernos existe la amenaza real de que puedan pasar, aún matizadas, las peores intenciones de los Estados Unidos”. Incluso aventuran que la declaración de las delegaciones presidenciales “perpetúa un modelo que ha hecho cada vez más miserable e injusto a nuestro continente que posee la peor distribución de la riqueza del mundo”.
Los 10 puntos que conforman la declaración son el producto de los encuentros en los Foros de Justicia, de Educación y de Salud. De estos encuentros participaron movimientos sociales, políticos, delegaciones de pueblos originarios, grupos que avanzaron sobre cuestiones de género, entre muchos otros puntos.
Algunas de las principales definiciones señalan:

- “Las negociaciones para crear un Area de Libre Comercio deben ser suspendidas inmediata y definitivamente, lo mismo que todo tratado de libre comercio bilateral o regional”.

- “Todo acuerdo entre las naciones debe partir del... respeto de los derechos humanos, la dimensión social, el respeto a la soberanía, la complementariedad, la cooperación, la solidaridad, la consideración de las asimetrías económicas favoreciendo a los países menos desarrollados”.

- “Nos empeñamos en favorecer e impulsar procesos alternativos de integración como la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba)”.

- “Hay que anular toda la deuda externa ilegítima, injusta e impagable del Sur. Nos asumimos como acreedores para cobrar la deuda social, ecológica e histórica con nuestros pueblos”.

- “Asumimos la lucha de nuestros pueblos por la distribución equitativa de la riqueza, con trabajo digno y justicia social, para erradicar la pobreza, el desempleo y la exclusión social”.

- “Rechazamos enérgicamente la militarización del continente promovida por el imperio del Norte. Denunciamos la doctrina de la llamada cooperación para la seguridad hemisférica como un mecanismo para la represión de las luchas populares. Rechazamos la presencia de tropas de Estados Unidos en nuestro continente”.

- “Condenamos la inmoralidad del gobierno de Estados Unidos, que mientras habla de luchar contra el terrorismo protege al terrorista Posada Carriles y mantiene en la cárcel a cinco luchadores patriotas cubanos. Exigimos su inmediata libertad”.