Todos están “a la expectativa”. Las delegaciones de Argentina y Uruguay escucharán hoy a las diez de la mañana de Holanda (las seis en la Argentina) la decisión de la Corte Internacional de La Haya sobre la medida cautelar solicitada por el gobierno uruguayo ante los bloqueos de los pasos fronterizos que los asambleístas entrerrianos implementaron en protesta por la instalación de las pasteras a orillas del río Uruguay. Los representantes argentinos argumentan que habrá que “escuchar atentamente” el fallo del tribunal, que tiene facultades muy amplias para expedirse sobre el tema, en los que la propia Corte no tiene casi antecedentes jurídicos. Eso quiere decir que en caso de que, como se espera, se pronuncie en contra de los cortes, habrá que ver en qué términos lo hace y el grado de obligatoriedad que le imprime a su resolución. En la Casa Rosada y en el gobierno de Entre Ríos ya dejaron trascender que no se reprimirá a los asambleístas. El gobierno de Tabaré Vázquez aguarda con optimismo un fallo favorable y anticiparon que esperan que Argentina cumplirá con la resolución.

La cita es la 10 en el señorial Palacio de la Paz, donde funciona la Corte Internacional de La Haya. Ahí recién se verán las caras las delegaciones argentina y uruguaya que evitaron cruzarse antes de la convocatoria del Tribunal. Ayer, los representantes de la Cancillería argentina estuvieron reunidos hasta última hora de la fresca noche europea. Analizaron las posibilidades del fallo y la estrategia a seguir en caso de una muy posible resolución desfavorable.

“Se trata de una medida cautelar, no de la resolución de fondo por la cual Argentina recurrió a la Corte Internacional, que es la violación sistemática del Tratado del Río Uruguay”, resumió a Página/12 un vocero de la Cancillería desde La Haya, tras la reunión de la delegación. La representación argentina anticipó así sus argumentos ante una posible resolución desfavorable sobre los cortes de ruta. El objetivo es mostrar que la batalla jurídica ante el Tribunal Internacional es de mucho más largo aliento. El fallo sobre la cuestión de fondo recién se espera para fin de este año, con suerte.

Pero, obviamente, también analizaron las variables de la resolución que se conocerá hoy. De esa reunión participaron la consejera legal de la Cancillería, Susana Ruiz Cerrutti; el director del Instituto del Servicio Exterior, Horacio Basabe, y el embajador en Países Bajos, Santos Goñi –que representarán a Argentina en la audiencia–, a los que se sumaron los abogados Marcelo Cohen –un argentino nacionalizado suizo– y el francés Alain Pelet, contratados por la Cancillería.

Allí, coincidieron no sólo en la falta de antecedentes sobre medidas cautelares de la Corte Internacional que hace “impredecible” la conducta que podrían adoptar sino también la forma en que podría expresarse la resolución, que no es apelable. “El Tribunal tiene facultades muy amplias y podría manifestar opinión sobre otros aspectos, incluso la posibilidad de declararse incompetente. Pero consideramos que nunca podría pronunciarse, como pretende Uruguay, sobre toda la relación bilateral incluyendo turismo, comercio, circulación de bienes y personas”, insistieron los voceros de la delegación.

Los argumentos

También volvieron a repasar ante este diario los argumentos esgrimidos de uno y otro lado del Río de la Plata sobre los bloqueos de los puentes internacionales. “Consideramos que el reclamo uruguayo es improcedente. Ya había recurrido al Tribunal Arbitral Internacional, el del Mercosur, donde se resolvió que el Argentina debía haber actuado en forma más diligente sobre los cortes de ruta, pero el gobierno de Uruguay no mostró ningún elemento convincente sobre que estos cortes perjudiquen realmente a su turismo y a su economía. Sin embargo, volvieron a recurrir ante otro tribunal internacional con los mismos argumentos”, dijeron los voceros de la delegación desde Holanda.

En tal sentido, remarcaron los argumentos que volcaron ante el Tribunal del Mercosur y que llevaron como antecedentes a La Haya. “Argentina mostró documentación oficial sobre la oposición del Gobierno a los cortes de ruta y las características de la política disuasiva hacia los asambleístas que participan de los mismos”, volvieron a argumentar, aunque en la Cancillería reconocen que la continuidad de los cortes “perjudica la estrategia jurídica ante el tribunal internacional”.

El gobierno uruguayo, en cambio, espera con optimismo la medida cautelar que se conocerá hoy. El canciller Reinaldo Gargano expresó su confianza en que su país obtendrá un fallo favorable de la Corte de La Haya en la demanda contra de los cortes de ruta y consideró que la Argentina “deberá acatar” la resolución, porque “de lo contrario no tendría sentido someternos ante dicho tribunal”.

“Uruguay ha sido largamente afectado por el bloqueo de los puentes, acarreando consecuencias económicas negativas para el turismo, la circulación de personas y mercaderías, pero alienta una rápida solución” al litigio, señaló Gargano en declaraciones periodísticas.

Mientras las delegaciones preparaban sus argumentos para una u otra circunstancia, en Montevideo la empresa española Ence anunció que la papelera que planea construir a orillas del Río de la Plata estará operativa en septiembre de 2009 y aseguró que tendrá impacto ambiental “nulo”, según dijo su director para Latinoamérica, Adolfo Asuar. Justo hoy, la compañía española hará la presentación del proyecto en la ciudad de Colonia, frente a la costa de la ciudad de Buenos Aires.