“A la 0 hora del martes vamos a poner la piedra fundacional para construir un refugio sobre la ruta; el fallo de La Haya, a las 6 de la mañana, nos va a encontrar en plena construcción. Vamos a echar raíces”, aseguró ayer el asambleísta Jorge Fritzler, autor de esta iniciativa aprobada el domingo pasado. Así, los vecinos de Gualeguaychú buscarán ratificar su decisión de no dejar la ruta, que mantienen cortada desde hace más de dos meses, como “moneda de cambio” para la relocalización de la planta de Botnia.

“Ya fueron a La Haya y al Mercosur, lo único que le falta a Uruguay es ir al Tribunal de la FIFA”, ironizó el ambientalista Gustavo Rivollier, quien resaltó que cuando se cuestionan los cortes “se ataca el efecto y no la causa”. Mientras en el Arroyo Verde los vecinos ya especulan con el duro invierno y admiten que si Botnia no se va el bloqueo será “de por vida”, del otro lado del río confían en un fallo favorable. De lo contrario, según afirmó el canciller uruguayo Reynaldo Gargano, su país acataría el pronunciamiento de la Corte y “seguirá sosteniendo que el bloqueo de los puentes es violatorio del Tratado de Asunción -fundacional del Mercosur y de las normas internacionales que recogen la garantía del libre tránsito”.

“Lo lógico es que se declare incompetente”, opinó ayer Fritzler respecto del Tribunal de Justicia Internacional y negó que los asambleístas hayan pedido que se recurra a esa instancia en primer lugar: “Eso es lo que dicen el gobernador Jorge Busti y la jefa de la representación argentina en La Haya, Susana Ruiz Cerruti; pero no han leído el Estatuto del Río Uruguay, que claramente plantea que ante una controversia se debe ir a ese tribunal luego de varias instancias”, afirmó. Pese a que desde el gobierno descartaron aplicar la fuerza pública para acatar un fallo que inste a liberar los pasos internacionales, Fritzler adelantó que en caso de que intenten desalojarlos “se manifestará la fuerza del pueblo, con treinta, cuarenta o cincuenta mil personas en el puente”. Por su parte, uno de los coordinadores de la Asamblea, José Pouler, estimó que “si el poder económico tiene tanta fuerza para que el tribunal de La Haya diga que tenemos que despejar los puentes, nos importa poco y nada”. “Si mandan a la Policía o a la Gendarmería, veremos”, comentó el ambientalista, porque más allá de lo que resuelva la Corte “la decisión la vamos a tomar nosotros”.

Aunque no está planeada ninguna vigilia, muchos asambleístas madrugarán hoy en el corte para conocer la decisión de La Haya sobre una medida cautelar pedida por el gobierno uruguayo contra los bloqueos de ruta (ver aparte). De hecho, a un costado de la ruta 136, colocarán una pantalla gigante para sintonizar el canal que transmite en directo el fallo y ya han invitado a los vecinos de Gualeguaychú a acompañarlos a presenciar en vivo el pronunciamiento de la Corte. Además de aprobar la propuesta de construir un refugio en Arroyo Verde, los asambleísta también tienen planeado implementar la propuesta presentada por Pouler para que se instale una casilla con la inscripción “No a las Papeleras” en Santa Fe al 800, frente a la Embajada de Finlandia en Buenos Aires. La idea, comentó Pouler, es entregar en la embajada del país nórdico un petitorio con la postura de la Asamblea de Gualeguaychú, práctica que se reiterará en forma indefinida. Mientras se tramite el permiso ante el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para la colocación de la casilla, los asambleístas aprovecharán para repartir folletos a los vecinos porteños.

Otra ciudad donde se repartirán volantes y se colocarán afiches será Córdoba; también las principales localidades turísticas de la Costa Atlántica serán visitadas por los asambleístas que buscan concientizar a los veraneantes sobre las consecuencias de la pastera finlandesa. Mientras tanto, en Gualeguaychú, los vecinos elegirán una comisión para que inicie un diálogo con la CGT, a fin de que la central obrera inicie un acercamiento con sus pares uruguayos, en pos de una aproximación de las partes en el conflicto por las papeleras.

El domingo, mientras los asambleístas discurrían sobre estas medidas, fueron visitados por el dirigente Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa, quien prometió el apoyo de los suyos “para las movilizaciones que se organicen allí donde tenemos presencia”.

Informe: Emilio Ruchansky