Participaron de una cena organizada por Adepa. Hablaron unos veinte minutos cada uno, sin debatir. Filmus, Macri y Telerman respetaron su libreto, con buenos modales.
› Por Werner Pertot
Si se hubiese tratado de una película muda, se habrían visto como tres amigos que se encontraban a cenar, a pura sonrisa. Pero se trataba de los tres candidatos a jefe de Gobierno, Mauricio Macri, Daniel Filmus y Jorge Telerman, que confrontaron ayer en una cena organizada por Adepa. Fue un debate sin debate –cada uno tenía diez minutos para explayarse, sin repreguntas–, pero se las arreglaron para escabullir chicanas entre plato y plato. Un condimento obligado fueron las acusaciones del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, hacia el gobierno porteño. A la hora de los discursos, cada uno se atuvo a su libreto: Filmus se respaldó en el gobierno nacional, Macri cabalgó en el lomo de la inseguridad y Telerman recordó que, de los tres, el único que está gobernando es él.
El subsuelo del lujoso Hotel Intercontinental rebosaba de trajes de gala, candidatos y operadores políticos de toda laya. Macri quedó frente a sus contrincantes en una mesa redonda, con idénticas copas de vino, que nadie tocó. Eran pura sonrisa, como viejos conocidos. Cerca estaba el atril desde el que cada uno se batiría por diez minutos. “Macri pidió hablar primero”, informó el presidente de Adepa, Gustavo Vittori.
–No, no, respeto el orden –lo frenó Macri. Detrás de él, su candidata a vice, Gabriela Michetti, explicaba con gesto de resignación: “Es por el Boca-Bolívar”. Vittori volvió entonces a llamarlos por abecedario.
–Me parece bien que respetemos el orden en el que vamos a salir en las elecciones –los primereó Filmus, al subir al atril. El candidato repasó desde el crecimiento de la economía, pasando por los problemas de transporte y seguridad, hasta la creación de un polo tecnológico. “Estamos trabajando con el actual vicepresidente, y ésa es una ventaja comparativa”, indicó.
Sobre seguridad, recordó que en el Congreso se discuten “18 proyectos, incluido el de Macri”. Pero planteó: “Hay 23 jurisdicciones con policía propia que no han resuelto el problema de la inseguridad: basta cruzar la General Paz”. “Si fue posible sacar al país de la crisis, también es posible hacer esto en la ciudad”, destacó.
A Macri se lo veía nervioso, algo distraído, hasta que su vocero, Iván Pavlovsky, le hizo señas con los dedos: “Tres a cero”. Macri hizo un gesto de victoria. Y subió a hablar, con un ímpetu que no tenía hace tiempo. “Ser breve es PRO”, comenzó Macri, que había tomado nota de los 17 minutos que se tomó Filmus. “Tenemos que separar el Estado de la política”, propuso, al hablar de cargos por concurso para sus funcionarios “y no por política”. El empresario también consideró que “la política no es sólo marketing”. Después ensayó su nueva frase marketinera: “Estaría bueno Buenos Aires si hablásemos menos e hiciésemos más”.
El candidato de PRO se concentró en dos ejes, los hospitales (“todos desorganizados”) y la seguridad, aunque se ancló en esto último. “Se dio cuenta de que tengo proyectos, pero el bloque oficialista no se fija en lo que presenta las minorías”, le endilgó a Filmus, a quien le pidió que el Presidente traspase inmediatamente la Policía Federal. “Usted seguro que duplicaría en las encuestas si no tenemos que escuchar a hablar a Aníbal Fernández de seguridad todos los días”, le soltó.
Luego volvió sobre su prédica habitual sobre los jóvenes que delinquen (“son carne de cañón de la delincuencia, entran y salen por los agujeros de la legislación”) y sobre el paco: “Una madre me pidió que me lleve a su hijo, porque se convierte en un enemigo de la familia y de la sociedad y no hay cómo recuperarlo”, contó.
“Me parece bien que te lo lleves a tu casa, pero ahora, Mauricio, tenemos un centro de atención del paco en Caballito”, le replicó Telerman, quien no ahorró ironías: “¡¡Cuántos buenos consejos que le diste a Daniel!! ¿Hay acuerdo en serio?”. “No creo”, se atajó. También le recordó que sumaron 4500 médicos a los hospitales. Con el histrionismo que lo caracteriza, repasó la construcción de plazas, de escuelas “en la época en que trabajábamos juntos y nos hablábamos bien, Daniel... Seguro que en un par de semanas nos volvemos a hablar”, pronosticó.
Cuando promediaba los veinte minutos de discurso, Michetti se acercó al presidente de Adepa, que le hizo un gesto de que redondease. “¿No van tres minutos nada más?”, se sorprendió Telerman, en broma. Dejó, por último, una recomendación para los votantes: “Si alguno de nosotros, en un momento de locura, dice: Esto se resuelve en cuatro días... ¡Huyan! Y si soy yo. ¡Huyan rápido!”.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux