Jueves, 26 de julio de 2007 | Hoy
El profesional que figura en los certificados de los 16 militantes asesinados el 22 de agosto de 1972 fue citado por el juez a cargo de la causa, que también pidió una pericia en la base.
Por Laura Vales
La Justicia localizó al médico que firmó los certificados de defunción de los dieciséis militantes asesinados el 22 de agosto de 1972 en la base Almirante Zar, en la masacre de Trelew. Se trata de Lisardo Iván Lois, quien reside actualmente en Ushuaia. El próximo 30 de agosto deberá declarar ante el juez Hugo Sastre.
La causa fue reabierta a principios de 2006. Sastre, que subroga el cargo, asumió en julio de ese año y convocó a testimoniar al personal civil de la base y a ex conscriptos que aportaron datos sobre el caso. También rastreó los certificados de defunción y a través de ellos al médico que los firmó.
El magistrado espera en los próximos días el resultado de un primer informe del Instituto Balseiro sobre las paredes de la celda donde se produjeron los disparos contra los presos. El objetivo es realizar una pericia destinada, explicó Sastre, “a probar judicialmente cómo ocurrieron los hechos”, ya que la versión oficial de la Armada habló de un intento de fuga y no de un fusilamiento. Aunque el lugar fue remodelado y algunas paredes revocadas luego de la masacre, el juez señaló como posible encontrar los lugares donde impactaron los proyectiles.
Otra de las novedades es la invitación a declarar en la causa al escritor Tomás Eloy Martínez, quien visitará Chubut el 9 y 10 agosto. El autor de La pasión según Trelew podría “aportar datos muy concretos” reunidos en su investigación “a partir de los cuales nosotros podamos trabajar”, puntualizó Sastre.
Por otra parte, también fue citado a declarar Juan Carlos Valenzuela, hijo del guardiacárcel Juan Gregorio Valenzuela, que resultó muerto durante un tiroteo en la fuga del penal del 15 de agosto, una semana antes de la masacre. Esta causa tampoco está cerrada. Ayer, el juez habló de “unir un episodio con el otro, porque la fuga, la captura y la muerte de los recapturados en el aeropuerto de Trelew tienen relación entre sí”.
La masacre ocurrió hace 35 años. El 15 de agosto de 1972 un grupo de detenidos políticos consiguió fugarse del penal de Rawson. Los primeros seis presos, que eran jefes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y Montoneros, subieron a un avión y lograron llegar a Chile. Otro grupo, de 19 detenidos, no pudo tomar otro avión y fue recapturado.
Los prisioneros fueron conducidos por personal de la Armada a la base Almirante Zar. Allí los tuvieron durante una semana, hasta que en la madrugada del 22 de agosto los despertaron, los obligaron a dejar sus celdas y a formarse en un pasillo con la cabeza gacha, donde los fusilaron con dos ráfagas de ametralladora. Tres de ellos sobrevivieron para contar la historia y rebatir la versión oficial de un nuevo intento de fuga. Se trata de Ricardo Haidar, Alberto Miguel Camps y María Antonia Berger, quienes pocos años después, tras el golpe del ’76, serían también asesinados o desaparecidos.
El capitán de corbeta Luis Emilio Sosa, segundo jefe de la base, fue señalado como el responsable de la masacre, pero desde aquellos años nadie sabe dónde vive. Hubo distintas versiones, como que lo habían trasladado a Mar del Plata, que estaba de agregado militar en una embajada de Europa o incluso que había cambiado de identidad. Como sea, su paradero es una incógnita.
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