La caravana de medio centenar de autos –con carteles que decían “Todos somos testigos de la impunidad”– salió desde el centro porteño hacia La Plata para repudiar la desaparición de Jorge Julio López, ocurrida hace once meses, y exigir su aparición con vida. En esta oportunidad, el capitalino Encuentro Memoria, Verdad y Justicia se unió con la platense Multisectorial y, juntos, convergieron en Plaza Italia donde funcionó una radio abierta. “Ahora es el fiscal quien dice que hay encubrimiento del Servicio Penitenciario Federal (SPF), es muy alevoso, esperemos que el juez haga algo y que el Ministerio de Justicia dé alguna respuesta por lo que pasa en Marcos Paz”, expresó a Página/12 Nilda Eloy, testigo junto a López en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz.

Fue parte de los comentarios de la jornada la denuncia del fiscal federal Sergio Franco, a cargo de la causa por la desaparición de López, publicada ayer por Página/12, en la que pidió que una decena de penitenciarios de la cárcel de Marcos Paz sean investigados por haber obstaculizado la investigación y haber frustrado la hipótesis fundamental del caso: una banda mixta de represores retirados y en actividad con conexión con los que están presos. “Celebramos que el fiscal se haya dado cuenta, pero esto no es algo que haga el director de un penal por las suyas, el Servicio Penitenciario depende del Ministerio de Justicia y allí es donde hay que pedir explicaciones”, enfatizó la sobreviviente. La denuncia de Franco detalla irregularidades con las líneas telefónicas que usan los detenidos o condenados por delitos de lesa humanidad, y burdas anomalías en el libro de visitas de esos presos.

“Esto es federal, el Poder Ejecutivo nacional no se puede lavar las manos, lo que pasa en el penal es una burla y terminamos denunciándolo en el juicio a (Cristian) Von Wernich”, completó. Eloy se refiere a los correos electrónicos que envía el represor Norberto Cozzani –en los que emite opinión sobre ese proceso y usa un tono amenazante hacia los abogados de Justicia Ya! e incluso hacia esta periodista y este diario–, cuando en teoría los represores detenidos allí no cuentan con computadora ni acceso al exterior por esa vía. Por otra parte, la testigo afirmó que “como la pista (sobre el destino de López) apunta a personal policial no hay que delegarla en la policía porque es obvio que no se van a investigar a sí mismos”.

Además de los que llegaron en vehículos, otros lo hicieron en tren y se sumaron a la manifestación y a la radio abierta. “Ver desplegarse en una de las entradas de Plaza Italia todo el ancho de la bandera del Encuentro fue emocionante”, dijo Eloy, miembro de la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos. Cuando se cumpla un año preparan una “jornada nacional de lucha” que dará cuenta de “los hechos de represión que van creciendo en cada lado y que toman como bandera a López”.