La ex ministra de Economía Felisa Miceli ratificó que el dinero hallado en el baño de su despacho estaba destinado a una operación inmobiliaria y deslizó que fue víctima de una maniobra política para hacerla “perder el puesto”. Lo hizo en su declaración indagatoria ante la jueza María Servini de Cubría, que duró más de cinco horas. Pero la versión que dio la ex ministra ayer no fue la misma que había sostenido hasta ahora públicamente: la plata, dijo, se la dio “una amiga y un hermano, pero no Horacio, sino otro de bajo perfil, sin puestos públicos, a quien quería mantener al margen porque está enfermo”.

El abogado defensor de la ex ministra, Carlos Cruz, presentó ante Servini de Cubría un escrito de más de treinta carillas y un DVD con datos inmobiliarios y bancarios.

“Yo no soy de acusar a nadie y no es el momento”, explicó Miceli al salir de la audiencia en la que habló de una posible operación política: “Buscaron perturbarme para hacerme perder el puesto de ministra”. Para la funcionaria los “hechos se fueron manipulando para dar la sensación de sospecha”, lo que desencadenó en su renuncia el 16 de julio pasado, luego de la acusación presentada por el fiscal Guillermo Marijuán a raíz del hallazgo de los 100 mil pesos y 31.670 dólares en el baño.

“Hoy hice mi ejercicio de defensa. Salgo tranquila, confiada, porque pude aportar pruebas que se van a ir corroborando”, aseguró la ex ministra al retirarse de los tribunales, donde insistió sobre la utilización del dinero para la adquisición de una vivienda. Al respecto, el fiscal le preguntó por qué no había puesto en venta su casa de Saavedra. “Me parecía que yo la podía vender muy rápido”, respondió, según fuentes judiciales.

Miceli aseguró que no tiene en su poder el original del acta realizada por la Brigada de Explosivos de la Policía Federal el día del hallazgo, la que pudo haberse traspapelado entre las fotocopias que repartió a la prensa. Según Marijuán, la ministra intentó ocultar el acta que labró la policía al hallar los 100 mil pesos, envueltos en plástico transparente, y los 31.670 dólares, distribuidos “en tres fajos y otra pequeña cantidad suelta”. La suma en pesos se encontraba sellada y con la inscripción “lote 38.057 Bco. 30”, proveniente del Banco Central, que reportó haber enviado ese mismo fajo a la financiera Cuenca, quince días antes de que apareciera en el baño de Miceli.

“Fue un error, en ese momento no le di importancia”, se justificó la ex funcionaria, quien argumentó que el dinero “iba a ser depositado en un banco”, pero no pudo hacerlo por la “actividad” que tenía ese día. El fiscal quiso saber si ya había reservado esa caja de seguridad, a lo que ella respondió que no pero dijo suponer “que como era ministra” iban a dársela.