La Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario dejó afuera de las restricciones del régimen de Encaje Productivo Exportador a las vacas tipo conserva o vaca fundida, categorías E y F, por “su baja o nula incidencia en el abastecimiento del mercado interno”. Es decir, la faena de este tipo de animales se podrá exportar sin restricciones de porcentaje (encaje) para el mercado interno o como stock de reserva. La resolución del titular del Oncca satisface una demanda del sector frigorífico para liberar un tramo nada marginal de las exportaciones.

El régimen de Encaje Productivo Exportador funciona como una suerte de reaseguro de abastecimiento para el mercado interno. Fija, como condición, que sobre el total de capacidad de almacenamiento de cada establecimiento (100 por ciento), para poder exportar el faenador deberá declarar un stock no menor al 90 por ciento. Alcanzada esa proporción, deberá reservar 75 por ciento para el mercado interno para contar con el 15 por ciento restante (siempre en relación con el volumen de su capacidad total) como remanente exportable.

La resolución firmada ayer por Ricardo Echegaray, titular del Oncca, deja por afuera del cálculo a las vacas tipo conserva, cuya faena podrá ser destinada al exterior en su totalidad, como carne termoprocesada, cococida, congelada y enlatada. Es lo que se conoce popularmente como corned beef. El mercado habitual para estos productos es Rusia, Venezuela y la ex república soviética Kazajistán, para la cocida congelada y enlatada, y las naciones de Estados Unidos y Togo para la carne procesada. La resolución también deja afuera de dicho encaje al “ganado en pie con valor genético”.

Las mercaderías liberadas serán monitoreadas por el organismo a través del “procedimiento establecido para el Registro de Operaciones de Exportación, denominado ROE rojo”. La Oncca dispuso además realizar “inspecciones físicas”, para corroborar que se trate de animales con dicha tipificación, de manera de asegurar la “no incidencia de estas exportaciones en el mercado interno”.

En el mercado concentrador de Liniers, en tanto, la posibilidad de que el campo ayer mismo levantara el lockout patronal intensificó la oferta de vacunos, incluso por encima de lo proyectado durante el fin de semana. Los ingresos de la jornada totalizaron 4263 cabezas bovinas, de las cuales 3248 fueron ejemplares hembra, lo que señala un signo de alarma sobre la liquidación de vientres. Los ganaderos de Buenos Aires lideraron los envíos al remitir 3221 animales. Las cotizaciones se mantuvieron en niveles similares a los de la semana anterior y dentro de los parámetros acordados con el Gobierno. Novillitos, vaquillonas y terneros se vendieron a valores promedio de 3,778; 3,708 y 3,514 pesos por kilo vivo, respectivamente.