Aunque aún no está imputado “todos los caminos” de las sospechas conducen al lobbysta Carlos Bercún. Así lo reconocen los investigadores de la causa sobre las nuevas coimas en el Senado. Ayer se presentó ante el juez Claudio Bonadío el abogado del Citibank para explicar que el presidente de esa entidad Carlos Giovanelli, no puede acudir a ampliar su declaración testimonial porque está afuera del país. Y sorprendió a los funcionarios cuando reveló que el Citi también cuenta con los servicios de asesoría en información parlamentaria de CB y Asociados, la consultora de Bercún, por unos 27 mil pesos mensuales. Como el letrado no llevaba ninguna constancia que ratificara sus dichos, el juez ordenó un allanamiento a la sede central del banco, y luego extendió la medida una vez más a las oficinas del lobbysta. Otro procedimiento se llevó a cabo en el Ministerio de Economía, que ayer decidió prescindir del informe semanal de Bercún, para obtener todos los antecedentes relacionados a ese contrato de 19 mil pesos mensuales, IVA incluido. “La descripción de Thomas Catán sobre quién fue el emisario de la coima, coincide con la de Bercún y además, todos los banqueros declararon que él es el único que se ocupa de las gestiones parlamentarias”, razonó uno de los investigadores ante Página/12. Sin embargo, ni la fiscalía ni el juzgado imputará ahora al lobbysta porque prefieren esperar el resultado de los cruces telefónicos entre las llamadas de los banqueros, los senadores y sus asesores.