EL PAíS • SUBNOTA › POSIBLES ACUSADOS Y PROBABLES PENAS POR HOMICIDIO CULPOSO
› Por Raúl Kollmann
Julio Vittone, el joven que apareció en la revista Gente señalando que tiró bengalas en Cromañón, seguramente será citado a declarar por el juez Alberto Baños. Según cuentan, en la causa judicial hay varios identikits y descripciones hechas por testigos, pero habrá que ver si Vittone encaja en lo señalado por quienes dijeron haber visto a quien tiró la bengala que inició el incendio. De cualquier manera, en la Justicia existe la convicción de que encontrar a quien tiró la bengala no aliviará las imputaciones contra Omar Chabán, quien está sentado en el banquillo de los acusados esencialmente porque en Cromañón había mucha más gente que la permitida, la puerta grande estaba cerrada con candado, el lugar era inadecuado para que tocara Callejeros, se coimeó a los policías y, pese a que hubo conatos anteriores de incendio, no se tomó ninguna medida efectiva para que no volviera a ocurrir.
En el expediente judicial hay quienes señalan que la pirotecnia la tiró un chico que estaba a horcajadas de un adulto que tenía el torso desnudo. También está el identikit de una persona morocha con el pelo largo y otra con el pelo enrulado. De manera que habrá que ver si Vittone es alguno de los señalados por los testigos.
El juez Baños recibió un DVD con copia del tramo de la declaración de Chabán en el juicio oral en el que acusó a Vittone de iniciar el fuego. Por supuesto que el magistrado lo citará y todo indica que el joven reiterará lo que dijo en los últimos días. Ante distintos medios rectificó bastante la entrevista que le concedió a Gente, de acuerdo a instrucciones de su abogado, Hugo López Carribero. Ahora Vittone sostiene que efectivamente tiró una bengala, pero que no fue la que produjo el incendio de Cromañón ya que después caminó hacia la salida y recién ahí empezó el fuego. El joven admite que todo el tiempo estuvo pensando que pudo ser él quien tiró la bengala decisiva, pero que ahora llegó a la conclusión de que no fue él. Es más, asegura que los que tiraron aquellas bengalas trágicas están muertos porque, de acuerdo al lugar en el que estaban, es imposible que hayan logrado escapar con vida.
Todos estos elementos van a ser valorados por el juez Baños y luego deberá decidir si procesa o no a Vittone y, además, por qué delito. Existe la posibilidad de que le impute homicidio culposo, que significa provocar muertes por imprudencia. Parece obvio que, en cualquier caso, Vittone no tuvo intención de matar a nadie. La pena máxima para ese delito son cinco años de prisión.
Más allá del proceso que ahora se inicia con Vittone, en la Justicia está instalada la convicción de que esa vertiente de la pesquisa no alivia la situación de Omar Chabán. Al administrador se lo acusa de estrago doloso, o sea de no hacer nada para evitar el incendio, teniendo en cuenta que ya había habido conatos en los días anteriores. Que distintos jóvenes tiraran bengalas era lo previsto porque así había ocurrido en los recitales anteriores de Callejeros. Chabán insiste en que el incendio fue intencional y producto de una pelea entre las dos barras de Callejeros. Habrá que ver si Vittone, que lo niega terminantemente, era parte de alguna de esas barras. Lo cierto es que el peso de la acusación contra Chabán se basa en la cantidad de gente, la puerta cerrada, que el local no estaba habilitado para recitales sino para bailes y que los policías fueron coimeados para dejar entrar más espectadores.
Hay un detalle de lo dicho por Vittone que puede tener importancia en el juicio oral. El joven, que ahora tiene 35 años, sostiene que la bengala que tiró se la dieron dentro de Cromañón. Asombrosamente, afirma que no recuerda quién se la dio, pero sus dichos reafirman que siempre hubo una incentivación del uso de la pirotecnia en los recitales de Callejeros.
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