EL PAíS › OTRO PERSONAJE MENCIONADO POR LAVAGNA
El ingeniero amigo de Manzano
Por Eduardo Tagliaferro
Los modales diplomáticos y su hablar pausado y meditado no impidieron que los dichos de Roberto Lavagna en el Senado continuaran rebotando en las paredes de la Cámara alta a pesar del paso de los días. Al descuido, como al pasar, el ministro de Economía había dejado caer el nombre del ingeniero mendocino Raúl Eduardo Maltoni. El dato no significaría mucho si no se tratara de la persona que Gioja designó para representar al cuerpo en las comisiones en las que se discute la redefinición de las tarifas y los contratos con las empresas de servicios públicos. Al revuelo que esto generó en el bloque, se suman ahora las críticas formuladas por el radical Rodolfo Terragno en un proyecto parlamentario.
¿Por qué oportunamente no se informó a la comisión bicameral de seguimiento de las privatizaciones sobre las solicitudes de recomposición tarifaria de los servicios de energía, gas y transporte?, comienza preguntando Terragno. La duda no es menor y pone al descubierto tanto por parte del ministerio como por las autoridades parlamentarias del bloque peronista se obvió la competencia de la comisión presidida por la tucumana Malvina Seguí. Precisamente fue esta legisladora quien increpó a Lavagna por esta designación. Lejos de amilanarse, el ministro le respondió que ella “me estaba pidiendo lo mismo que me solicitó Gioja”.
Más allá de esas internas, Terragno preguntó también “si Maltoni es el mismo que fue subsecretario de Combustibles durante el período durante el cual Julio César Aráoz fue secretario de Energía”. El precandidato radical también quiere saber “si Maltoni es el mismo que fue director de Petroquímica General Mosconi” y “si el Ministerio de Economía ha solicitado a otros bloques parlamentarios la designación de funcionarios de enlace”. En los pasillos del Senado reconocen que el ingeniero mendocino, de estrechísimos vínculos con el siempre omnipresente José Luis Manzano, viene asesorando a Gioja. El mero recuerdo de Chupete todavía eriza la piel de peronistas y de radicales. Como siempre, esa disputa es entre bambalinas.