Mauricio Mercuri. El video del cumpleaños de Mauricio Macri en el que canta desafinado la canción “Somebody to love” imitando a Freddy Mercuri, arroja un chaleco blanco y grita “Hello, Argentina” y “I love Bell Ville” no pasó desapercibido en el encuentro. Macri, que se preparó durante tres meses para esa actuación, incluso hizo una broma al empezar la conferencia de prensa. “Hoy es un día muy alegre para mí: Francisco y Felipe elogiaron a mi profesora de canto por ayudarme a desarrollar mi voz”, dijo.

Felipe es Felipe. “Me unen muchas cosas a Felipe”, sorprendió Francisco de Narváez, por lo general muy crítico de la gestión de Solá.

–¿Con Felipe González? –preguntó Solá, en broma.

–Con Felipe González también me unen muchas cosas –confesó De Narváez.

Buenos muchachos. “Solá se trajo a toda la runfla”, se quejaban en el Intercontinental, sobre el acuerdo que habían hecho los tres líderes de que no habría ningún dirigente de sus filas. Ni asistió Jorge Macri. Sólo iban a estar José Torello, de PRO, y el secretario de Comunicación Social, Gregorio Centurión, a cargo de la organización. Al ex gobernador bonaerense lo acompañó buena parte de los dirigentes del duhaldismo: Eduardo Amadeo (ex vocero de Eduardo Duhalde, ex ministro de Carlos Menem y ex embajador en Washington), el diputado provincial Osvaldo Mércuri, el diputado nacional Jorge Sarghini y el dirigente del Movimiento Productivo Argentino (MPA), Carlos Brown. Por De Narváez, también estaba Gustavo Ferri, yerno del ex presidente Duhalde.

Polista. Solá no sólo trajo a los dirigentes de su espacio: también llevó a su mujer. Rubia y de ojos celestes, la polista María Helena Chávez fue el centro de todas las miradas. Jinete y jugadora de polo, heredó de su padre la pasión por los caballos.