A cinco días del secuestro de José Bascoy, padre del dueño de la empresa de camiones “Transportes Bascoy” ubicada en Don Torcuato, son tan escasas las novedades como masivas y en aumento la perplejidad y angustia de la familia. Pese a cierto optimismo entre las autoridades policiales, por el momento no se produce contacto con los secuestradores desde hace tres días. Desde el inicio, los delincuentes exigieron la exorbitante suma de medio millón de dólares y en su último llamado se mantuvieron firmes en la exigencia.
José Bascoy, jubilado de 68 años, fue secuestrado al mediodía del sábado pasado, cuando caminaba por el cruce de Panamericana y Boulogne Sur Mer, en la localidad de Don Torcuato. Tras el secuestro los captores se comunicaron con la familia y pidieron medio millón de dólares, cifra que parece estar muy lejos del alcance de los Bascoy, en especial porque la empresa está en convocatoria de acreedores. La familia no realizó la denuncia por lo que la policía actúa de oficio. La especulación era que durante las negociaciones se intentaría reducir la suma, pero en el siguiente llamado, hace tres días, los secuestradores insistieron en los 500 mil dólares lo que desorientó por completo a la familia.
Los Bascoy no realizaron denuncia alguna por lo que interviene de oficio el Juzgado Federal de San Isidro, a cargo de Roberto Marquevich, la DDI de San Isidro, a cargo de Aníbal De Gastaldi, y la Brigada Antisecuestros de la Bonaerense, cuyo titular es Angel Casafús. “La última llamada fue el lunes y los secuestradores no se bajaron de la suma solicitada en un principio”, dijo una fuente ligada al caso. Según la misma fuente, los delincuentes habrían cortado los contactos al enterarse de que la empresa se encuentra en problemas económicos. “Hay mucha angustia entre los familiares –dijo– porque esperan nuevas comunicaciones para continuar con la negociación, pero no los llaman”, explicó. Y muy gráfico, describió la situación: “Muchas veces, los delincuentes ven que un tipo va con un auto importante y creen que tiene mucha plata. En este caso, la familia no tiene un mango”.