EL PAíS
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Obras, templo del fervor bonaerense
- Anticipándose a la Cámara. El congreso del PJ había terminado pero las reuniones se prolongaban lejos de las cámaras. Anoche, mientras los congresales que habían llegado del interior se dirigían a sus hoteles, un grupo de dirigentes del PJ bonaerense –algunos intendentes, otros no– se reunió en Palermo, en un local sobre la calle Salguero al 2900, para analizar las consecuencias de un eventual fallo de la Cámara Electoral que devuelva a la Justicia la supervisión de las internas, haciéndolas “abiertas y simultáneas”. Para los caciques duhaldistas –todos del sur del Conurbano, que se corresponde con la tercera sección electoral–, ese marco favorecería al “Flaco” (por Kirchner), como admitió ayer a Página/12 un alto funcionario del Gobierno. Entre esos dirigentes, algunos sueñan con apuntalar al patagónico con una candidata de peso: Chiche Duhalde.
- Dos imágenes muy distintas. Primero fue la calma. La prudencia, la prolijidad propia de una sesión de un partido europeo. Camaño, desde la presidencia, daba la palabra a los “compañeros congresales”, y cada uno exponía su moción con lenguaje doctoral. Sabían que estaban siendo observados por los veedores de Servini de Cubría, y por eso habían aclarado los requisitos que habían cumplido para evitar las impugnaciones. Pero cuando se terminó de votar el temario la prudencia se terminó y el congreso se convirtió en un acto, que se caracterizó por las encendidas defensas del Gobierno y del Presidente. No parecía espontáneo. El primero en hablar fue Lorenzo Pepe, que comparó a Duhalde con un bombero. Después el panegírico siguió, pero los organizadores tuvieron el buen tino de matizar las ponencias: los expositores, si bien duhaldistas, no fueron bonaerenses sino de varias provincias del interior.
- “Ni duhaldistas ni menemistas”. La semana pasada había hablado largamente ante los congresales, explicando su postura y sus ideas de lo que debe ser el peronismo. Ayer, en cambio, Cristina Fernández de Kirchner sólo usó el micrófono para plantear una duda acerca de una moción, pensando que podía provocar una impugnación porque no estaba prevista en los telegramas de convocatoria. Luego de los discursos de varios congresales –que coincidieron en un enfervorizado panegírico del Presidente y de su gestión–, la senadora se topó con los periodistas. Algo incómoda, explicó su silencio y dijo que “nosotros no somos ni duhaldistas ni menemistas, están representadas varias extracciones del peronismo”.
- El que volvió del frío. Su presencia fue una de las más comentadas de la tarde. Raúl Othacehé, intendente de Merlo, se mostró ayer por las instalaciones de Obras Sanitarias. Conversó largamente con Mariano West (ministro de Trabajo bonaerense, incondicional de Felipe Solá) y se cruzó con Alberto Balestrini. Hace un tiempo, Othacehé había invitado a Adolfo Rodríguez Saá a un acto en su distrito. Ayer, decían, volvió al ruedo.
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