MartIn Becerra*

“El periodismo amarillo de fin de siglo pasado había acuñado una frase: ‘Usted proporcióneme la cobertura que yo le proporciono la guerra’. Esta conversión de la figura del periodista en una figura militante, entonces, no es nueva. Pero en este caso no se trata del periodismo faccioso: es el mercenario que no tiene una implicación programática con la tendencia del medio, sino con el afán de obtener un beneficio de rating. Y es el caso de este chico. En el trabajo periodístico siempre hay una suerte de negociación: quien informa algo va a obtener un beneficio. En esta situación exacerbada, la prenda de la negociación es la vida de una persona cautiva. La televisión, en este caso, contribuye a crear una realidad. Y facilita el desenlace del secuestro. La televisión basura es un negocio en el sentido neutral de la palabra. La lógica económica de la televisión es contraria del periodismo. Si no hubiera sido este productor, hubiera sido otro. Tarde o temprano.”

* Investigador y director de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad de Quilmes.

Entrevistas:
Mariano Blejman