DamiAn Loreti*

“Estamos asistiendo a una manifestación muy aguda de algunas tendencias que por la búsqueda de ratings vienen sucediéndose en ciertos medios. Ahora se ve más crudamente, pero lo ocurrido en Ramallo no es ajeno a estas cuestiones de las prácticas periodísticas que buscan participar en los hechos en forma concreta. Además, es preocupante que se hayaninventado hechos y se los relate como verdaderos. Irónicamente podríamos decir que son ficción, pero el contexto de programa de noticias en que se insertan tienden a darles confiabilidad a su público. Por supuesto, no son ajenos a toda esta situación otros datos dignos de mención: el rol de las fuerzas de seguridad que debieran ser custodios de ciertos elementos de prueba como las grabaciones, las condiciones de trabajo de los cronistas de exteriores que se ven forzados a obtener primicias en cada salida, el desconocimiento de los derechos de la privacidad de los afectados, el brindar informaciones de utilidad a los delincuentes por impericia, tales como señalar movimientos de la investigación o del potencial económico de la familia, por sólo mencionar algunos.”

* Especialista en Derecho a la Información.

Entrevistas:
Mariano Blejman