Mar 07.07.2009

EL PAíS • SUBNOTA  › ADVERTENCIA POR EL USO DEL ANTIVIRAL ANTE LA POSIBILIDAD DE CONSEGUIRLO EN FARMACIAS

“El riesgo es que sea un falso amigo”

Los expertos alertan que debe realizarse un uso “responsable y solidario” del antiviral: no automedicarse ni comprarlo por las dudas. Señalan que una utilización masiva podría hacerle perder eficacia. Los posibles efectos adversos.

› Por Mariana Carbajal

La posible venta en farmacias del antiviral indicado para tratar la gripe A llevó a profesionales de la salud a exhortar a la población a hacer un “uso responsable y solidario” del oseltamivir y a no “automedicarse” ni realizar un “stockeo” de la droga. En ese sentido se pronunciaron ayer el jefe de Infectología del Hospital Fernández, Pedro Cahn, y también el médico farmacólogo Martín Cañás, miembro del Grupo Argentino para el Uso Racional del Medicamento (Gapurmed). “Lo debe prescribir un médico y el farmacéutico sólo debe venderlo contra presentación de una receta”, coincidieron los dos especialistas, sabiendo que en el país no es difícil comprar cualquier medicamento que debe venderse bajo receta médica sin ella. “Esta disponibilidad masiva del medicamento encierra el riesgo de que sea un falso amigo, porque la gente al pensar que lo tiene a mano puede dejar de lado las medidas de prevención recomendadas, como el cuidado de la higiene personal, y al mismo tiempo no se evite ir a trabajar si se presenta un cuadro gripal”, alertó Cañás, en diálogo con Página/12. Además, advirtió que “el uso masivo e indiscriminado potencialmente puede crear resistencia y así perderíamos un arma para aquellos que realmente la necesitan”.

El medicamento, cuyo nombre comercial más conocido es Tamiflu, puede tener efectos adversos, fundamentalmente gastrointestinales, náuseas o vómitos. Pero en los países donde se viene usando en forma masiva para tratar la gripe estacional, como en Japón, se han notificado pocos casos aislados de “trastornos neuropsiquiátricos” en chicos y adolescentes, entre ellos autodaño y delirio. “La FDA (agencia reguladora de medicamentos y alimentos de Estados Unidos equivalente a la Anmat argentina) recomienda que todos los pacientes, especialmente los niños, estén en observación estrecha mientras dure el tratamiento”, señaló Cañás.

–¿Qué mensaje es importante difundir a la población en este contexto?

–El mensaje clave para ayudar a nuestros profesionales es no perder de vista algunas cosas que ayudan a la población general, como las medidas de higiene personal y comunitaria, para prevenir el contagio, en general ampliamente difundidas en los últimos días y que son esenciales.

Lo real es que esto es nuevo, una nueva enfermedad, que plantea nuevos desafíos, con un perfil epidemiológico diferente, principalmente por su espectro en jóvenes y los casos despistantes en embarazadas, cuya incógnita nos desvela, y como sucede en muchas ocasiones hay que trabajar en la incertidumbre. En la mayor parte de los casos el curso es autolimitado y se cura como cualquier gripe, con antitérmicos (exceptuando la aspirina), reposo, líquido y buena alimentación. Una revisión sistemática de las evidencias disponibles publicada en la revista científica The Lancet a mediados de enero de 2006, que fue financiada en parte por el Departamento de Salud del Reino Unido, advertía que no se puede confiar sólo en los fármacos antivirales para controlar una potencial pandemia de gripe aviaria, y sostiene que otras medidas de salud pública más útiles –tales como higiene y aislamiento– podrían dar resultados más satisfactorios para detener la diseminación de la infección.

–¿A partir de la disponibilidad del oseltamivir en farmacias podría generarse como efecto no deseado que se relajen las medidas preventivas en la población que puede comprarlo?

–En general la disponibilidad de cualquier medicamento para un problema de salud produce cierto relajamiento en la población en otras medidas sencillas higiénico-dietéticas, simplemente porque existe una pastilla. Tenemos que tener cuidado porque si la gente toma el medicamento por su cuenta, tiene pocos síntomas, y no se hace el seguimiento con un médico, puede terminar yendo a su trabajo y así esparcir el virus. La píldora es sólo una herramienta más que puede beneficiar a algunos de los pacientes, sobre todo a aquellos más graves. El uso masivo e indiscriminado potencialmente puede crear resistencia y así perderíamos un arma para aquellos que realmente la necesitan.

–¿En qué casos está recomendado?

–Usarlo sólo cuando un médico lo indique en función de la evaluación del cuadro clínico del paciente. Hacer el esfuerzo en esta circunstancia especial y que sólo se dispense con receta y comunicar al profesional tratante cualquier sospecha de reacciones adversas.

–¿Qué efectos adversos puede tener?

–Todos los medicamentos poseen el riesgo de producir efectos adversos y el oseltamivir no constituye una excepción. Los efectos adversos más comunes identificados en ensayos clínicos han sido náuseas, vómitos, dolores abdominales y cefalea, y en niños se suman también otalgias y conjuntivitis. Cuando los medicamentos se usan en grandes poblaciones pueden aparecer los efectos adversos raros y a veces graves. En 2006 se modificaron los prospectos del producto en EE.UU. y en Canadá para advertir de eventos neuropsiquiátricos, entre ellos autodaño y delirio, que se notificaron en el período de post-comercialización, principalmente en Japón. La FDA (agencia reguladora de medicamentos y alimentos equivalente a nuestra Anmat) recomienda que todos los pacientes, especialmente los niños, estén en observación estrecha mientras dure el tratamiento.

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