Uno impulsó la impunidad de la Corte Suprema cuando el juicio político. Lo hizo acatando una orden directa del presidente Eduardo Duhalde. El otro encabezó la comisión que enjuició –sin suerte– a los supremos. Ambos son justicialistas y ayer se encontraron para discutir la apertura de un nuevo juicio político, esta vez sólo a Carlos Fayt. Se trata de Eduardo Camaño y Sergio Acevedo. El primero le aseguró que esta vez el Gobierno acompañará la destitución del cortesano y que no habrá vuelta atrás. Acevedo tiene reparos, le cuesta creerle al duhaldista. Sin embargo, avanzará con el tema y ya convocó para el próximo jueves a la comisión donde se descuenta que se habilitará el juicio al más veterano de los ministros de la Corte.
Acevedo llegó ayer a primera hora de la tarde hasta el despacho de Camaño. No hablaban desde que el santacruceño denunció a Humberto Roggero como el responsable del pago de sobresueldos en el bloque del PJ y al propio Camaño de testigo del hecho. Esta vez se limitaron a hablar del tema Fayt. Acevedo le pidió garantías al duhaldista y principal operador de la caída del juicio político a los nueve supremos. Camaño le dijo que el Gobierno tiene la convicción de llevar adelante este caso y que no habrá vuelta atrás. El santacruceño y presidente de la comisión de Juicio Político aseguró a Página/12 que “nosotros tenemos la convicción de enjuiciar a Fayt. Ellos ahora están interesados. Esperemos que así sea y no suframos una nueva desilusión”.
Más allá de la supuesta decisión del Gobierno de avanzar con el juicio político y de la promesa de poner a todo el duhaldismo detrás de este nuevo intento, lo cierto es que Acevedo tiene más de un motivo para desconfiar. El anterior juicio político también comenzó con el aval presidencial y la hasta ese momento inamovible decisión de destituir a los supremos. Todo cambió con la amenaza del alto tribunal de redolarizar la economía y Camaño se transformó en el principal operador para que el juicio a los cortesanos fracasara.
Ahora, apenas a un par de meses de haberse archivado el proceso a la Corte, el mismo gobierno –con Camaño a la cabeza– vuelve a la carga contra uno de los integrantes del tribunal en el mismo momento en que se aprestan a definir el caso de la redolarización. Además, como agregado, el duhaldismo sabe que detrás de esta acordada está el menemismo al que quiere derrotar y desplazar.
Todo indica que el caso de Fayt será mucho menos complicado que los anteriores. De hecho Acevedo piensa que el mismo jueves se habilitará el tema y, de no mediar un cambio en el humor presidencial, es probable que la sesión que defina la continuidad o no del juicio se realice recién en febrero porque en enero será difícil encontrar en Buenos Aires a un legislador. Acevedo tiene hasta el 26 de diciembre para convencer a los diputados radicales, frepasistas y del ARI que integran la Corte, que fueron los principales promotores del juicio anterior y quedaron muy refractarios a las promesas oficialistas.