- Yanina García y Rubén Pereyra fueron las víctimas más jóvenes del miércoles negro. La chica de 18 años murió en el Hospital Centenario por una bala de plomo que recibió en Pasco y Gutiérrez, donde manifestaban un grupo de personas. El muchacho de 20 falleció en el Sáenz Peña pasadas las dos de la madrugada por heridas de arma blanca y de fuego.
- “Lo mataron como a un perro”, repite la viuda de Juan Delgado. Un itakazo había estallado en su cabeza produciéndole destrucción total de la masa encefálica. El joven de 28 años había ido a Necochea y Pasco porque un vecino le había comentado que entregarían comida en el supermercado de los chinos. Delgado hacía changas y pintaba casas. “Habían proyectado encargar un hijo en enero”, relató su hermana Catalina que persiguió en bicicleta a la ambulancia que llevaba el cuerpo por toda la ciudad. Creía que aún estaba con vida.
- Graciela Acosta se había afiliado pocos meses antes al Partido Comunista. Militaba en el Movimiento de Desocupados de Guereño, de Villa Gobernador Gálvez. Tenía 32 años y era en el Fonavi donde vivía conocida porque “siempre defendía a la gente”. El miércoles 19 a la tarde se había acercado al supermercado La Gallega con un grupo que pedía comida a los que la policía empezó a reprimir. Una bala de plomo le perforó el pecho.