El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, reunió ayer en Vicente López a dirigentes nacionales y de la provincia de Buenos Aires para analizar el escenario en medio del proceso por las escuchas ilegales y evaluar las perspectivas para el 2011. Según fuentes partidarias, primero hablaron el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta; el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti; y el secretario de Gobierno, Marcos Peña, con diputados, concejales y referentes provinciales. Macri llegó para el cierre y habló de la causa de las escuchas. A diferencia de lo que dijo públicamente –“estoy muy bien”– allí ironizó: “Ojalá que salga mal así comprueban que estoy loco”. También ayer, pero en Luján, dirigentes del macrismo compartieron el espacio con el diputado Francisco de Narváez para, según dijeron, “avanzar en propuestas de políticas comunes” para las elecciones de 2011.