De nada sirvieron su cara seria, su altura y el largo tapado que lo cubría. Al jefe de la Policía Metropolitana lo ningunearon cuando quiso sortear la barrera de la Policía Federal. “Pase por el costado”, le dijo un oficial cuando, en voz baja, Eugenio Burzaco le explicó quién era. Otro, con media sonrisa, le dijo a Página/12: “Que no vengan a mandonear acá, que nosotros llegamos primero”. Con el paso de la tarde se confirmó lo dicho por el oficial: sólo dos patrulleros de la Metropolitana lograron ingresar tras el cordón, mientras otros seis debieron estacionar a dos cuadras, cerca de Juramento y Triunvirato, y eso que Villa Urquiza es uno de los barrios que patrulla la nueva fuerza policial.

Al lado del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, puede decirse que lo Burzaco es anecdótico. “Payaso” fue lo más liviano que le gritaron los vecinos a Rodríguez Larreta cuando se acercó a las cámaras para decir que iba a investigar “todo” y que pronto ofrecería más datos a la prensa. Al ser consultado sobre la denuncia de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) sobre esa misma obra y ante una dirección que depende del gobierno porteño, el jefe de Gabinete meneó la cabeza y perdió la sonrisa.

“No, no, no. No estoy acá para hablar de las habilitaciones y denuncias, eso vamos a investigarlo después, para nosotros la prioridad en este momento es coordinar los trabajos de rescate de las víctimas”, contestó Rodríguez Larreta, que no se despegó del callado ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro. Tampoco habló Mauricio Macri, que se pasó la tarde-noche parado sobre el boulevard de la calle Mendoza. Simultáneamente, por la red social Twitter, el jefe de Gobierno anunciaba que estaba en el lugar, siguiendo el operativo.