El martes 2, Cristina pronunció en Córdoba un ovacionado discurso político, en el que destacó el rol de los obreros junto a los estudiantes en la resistencia a la dictadura, predicó la subordinación de la economía a la política, expuso sobre la importancia del empleo calificado, del salario digno y de la participación de los trabajadores en los beneficios de la generación de riqueza. En un proyecto nacional y popular, sólo a partir del mercado interno es posible crecer sobre la base de las exportaciones, dijo. En octubre de 1964 el presidente radical Arturo Illia, electo gracias a la proscripción del peronismo, visitó la misma planta, con Charles De Gaulle. Juan D. Perón había ordenado que sus partidarios recibieran al general francés como a él mismo. De ese modo, preparó el terreno para su propio retorno a la Argentina. Dos meses después, Illia pidió a la dictadura brasileña que no le permitiera seguir más allá de su escala en Río de Janeiro, desde donde debió retornar a Madrid. En aquella visita, algunos obreros se acercaron a Illia para palmearlo y darle la mano, que primero habían sumergido en los tachos de lubricantes.