Como actividad paralela a la cumbre, la presidenta Cristina Kirchner dispuso a través de un decreto la reapertura de la embajada argentina en Guyana, con sede en Georgetown. El decreto 1799, con la firma de la Presidenta y del canciller Héctor Timerman, recordó que en 1972 se aprobó el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países aunque recién en agosto de 1980 se dispuso la apertura de la embajada en Georgetown. Luego, argumentando razones presupuestarias, la sede diplomática se cerró en 1991, en pleno menemismo, cuando el objetivo de la política exterior enfocó hacia el Norte y se desinteresó por la problemática de la región. Según el nuevo decreto, la reapertura de la embajada “reafirmará el compromiso de la Argentina con el sistema de integración regional”, dado que Guyana forma parte de la Unasur y asumió su presidencia pro témpore durante 2011, además de ser parte también del Grupo Río y sede de la Comunidad del Caribe. El decreto aclara además que el gobierno de Guyana ya dio su consentimiento para la reapertura, tal como lo establece la Convención de Viena.