EL PAíS
• SUBNOTA › CREDITO DE 600 MILLONES PARA EL PLAN JEFAS Y JEFES
El Banco Mundial es bueno
Luego de conocerse el desembolso de un crédito del Banco Mundial por 600 millones de dólares para financiar el Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados, el vicepresidente del organismo, David de Ferranti, decidió viajar a la Argentina para firmar los papeles de la operación en la residencia de Olivos, donde compartió el estrado con los ministros de Economía, Roberto Lavagna, y de Trabajo, Graciela Camaño. En un clima de generalizado optimismo, el directivo del BM expresó su respaldo al programa económico. Afirmó que lo peor de la crisis “va quedando atrás” y que vienen tiempos de “nuevas oportunidades” para el país.
“El pueblo argentino ha vivido una etapa de grandes dificultades y mucho sufrimiento”, expresó De Ferranti como introducción a sus buenos augurios. Es probable que a esos sufrimientos hayan contribuido los esfuerzos fiscales para, en plena recesión y con caídas récord de la actividad económica, pagar a los organismos, entre ellos el Banco Mundial, más de 4300 millones de dólares durante 2002. Cifra a la que, tras el nuevo programa de ajuste pactado con el Fondo Monetario Internacional, se sumaron 2500 millones más, de los cuales 1500 fueron al BID y al BM.
El ritual vivido ayer en Olivos es un capítulo de lo anunciado antes, durante y después del default de noviembre. Si hay acuerdo con el FMI y se paga a los únicos acreedores privilegiados, los multilaterales, habrá refinanciación y se liberarán los “créditos sociales”. Como bien señaló en la conferencia el director del BM para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, Axel Van Trotsenburg, “las etapas más difíciles van quedando atrás y se vislumbran nuevas oportunidades”.
“Estamos decididos a apoyar en forma efectiva a los sectores más vulnerables de la población”, expresó De Ferrantis. “Para el Banco Mundial es un honor y un importante compromiso” ayudar a los planes sociales puestos en marcha, los que, a juicio del directivo, “están dando resultados”. En tanto, Lavagna se contentó con definir que “la política social del gobierno es parte del plan económico” y recordar que las relaciones entre el país y el BM “nunca se interrumpieron” por las dificultades de pago.
En este marco, la ministra Camaño fustigó las demandas de los piqueteros, quienes pidieron participar en el reparto de subsidios. El gobierno no va a permitir que los planes de ayuda social “sean manipulados ni por los políticos ni por los grupos de piqueteros”. “El reparto de los subsidios es responsabilidad de los consejos consultivos locales”, recordó. Además de los 600 millones de dólares para el Plan Jefas y Jefes de Hogar, Van Trotsenburg afirmó que el BM tiene en carpeta pendientes de desembolsos para la Argentina otros 1886,3 millones de dólares correspondientes a préstamos que quedaron suspendidos en noviembre de 2002.
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