El año de la devaluación fue un record para el comercio exterior. El superávit comercial de 2002 ascendió a 16.358 millones de dólares, una cifra inédita que superó largamente el muy buen resultado de 2001, de 6289 millones. El éxito, sin embargo, se explica no por un crecimiento explosivo del intercambio comercial, sino por el desplome de las importaciones. Las compras al exterior disminuyeron el 56 por ciento en relación al año anterior, totalizando apenas 8988 millones. Si el encarecimiento del dólar resultó un disuasivo potente para las importaciones, no fue el combustible que se esperaba para las exportaciones. Las ventas cayeron 5 por ciento, al sumar 25.346 millones. Tampoco fue la fuente de un “efecto derrame” que mejorara el nivel de ingresos de los “de abajo”: el crecimiento de la pobreza y la indigencia son su testimonio.
El superávit en el mes de diciembre fue de 1179 millones, con una repetición de lo que ocurrió el resto del año. Las importaciones bajaron 16 por ciento contra diciembre de 2001, al ubicarse en 781 millones, y las exportaciones igualaron a las del año anterior, con 1960 millones. Por el lado de las importaciones, no hay producto que no haya caído en comparación con 2001. Los más golpeados fueron los Bienes de consumo, que terminaron con una baja del 72 por ciento. Les siguieron muy de cerca los Bienes de capital, con 69 por ciento, y los Vehículos, con 68. El cuarto lugar lo ocupó Piezas y accesorios para bienes de capital, con una disminución del 56 por ciento.
Estas bajas dieron lugar, por un lado, a un paulatino proceso de sustitución de importaciones, mientras que por otro denuncian una etapa de desinversión. Sin embargo, el Indec destaca que en diciembre este último fenómeno habría empezado a revertirse, ya que las compras de bienes intermedios –que son insumos y materias primas para el proceso productivo– crecieron 12 por ciento, y las de Piezas y accesorios para bienes de capital lo hicieron el 5 por ciento. En cambio, los Bienes de consumo siguieron en declive: 52 por ciento.
En cuanto a las exportaciones, en el año las únicas que subieron fueron las Manufacturas de origen agropecuario, en un 9 por ciento. Esto se explica por las ventas de aceites, que subieron el 27 por ciento, y las exportaciones de carnes, con un 58 por ciento, aunque su incidencia en el índice es menor. Un dato que sorprende es que las ventas de Productos primarios finalizaron 2002 con una baja del 13 por ciento. Pescados y mariscos (-32%), Frutas frescas (-24%) y Cereales (-12%), por citar algunos rubros, registraron caídas. Finalmente, también bajaron las exportaciones de Combustibles y energía (-9%), y Manufacturas de origen industrial (-8%).
El Mercosur conservó el puesto de primer destino para las exportaciones y el de principal proveedor. Sin embargo, las ventas a los socios del bloque regional derraparon un 25 por ciento, lo que hizo crecer de manera sustancial la importancia de la Unión Europea como destino de las ventas.