“Miti miti”, dijo el abogado, lo que en términos sajones vendría a ser el más clásico “fifty fifty”. Se refería al fallo de los camaristas Liliana Catucci, Angela Ledesma y Eduardo Riggi, de la Sala III de Casación por el caso Cromañón. Los jueces, en realidad Ledesma y Catucci en su voto de mayoría, habían elevado la calificación a todos los integrantes de Callejeros, los tres funcionarios públicos y Raúl Villarreal, inicialmente absueltos de uno a dos años de condena. Y, en cambio, redujo las condenas de Omar Chabán, el ex subcomisario Rubén Díaz y el manager de Callejeros, Diego Argañaraz, que llevaban entre 20 y 18 años, a un máximo posible de 11, al reducir la calificación del rango de lo doloso al culposo. “Un fallo de compromiso”, tradujo el abogado, para conformar a todos.

Pero cuál era el acuerdo o desacuerdo con el fallo, que si bien no definió los montos estableció los rangos de condena, prácticamente semejantes para todos. “El fallo es un techo –están convencidos alrededor del grupo de músicos–. Partimos en el juicio con un supuesto de 26 años y ahora tenemos un tope de 11 que a los músicos no les va a tocar porque no son autores de cohecho, sino que los consideraron partícipes necesarios, que no tiene la misma responsabilidad. Pero, por el otro lado, el manager (Argañaraz) se vio beneficiado a medias porque le redujeron de 18 a un máximo de menos de 11, pero el grupo, que estaba absuelto, fue incorporado a las condenas al igualarlo con el manager. También es discutible que sean calificados como partícipes necesarios en el cohecho, si el propio juez Baños en la instrucción consideró que el delito (de cohecho) se hubiera cometido de todos modos en otra situación y sin participación de la banda.”

El abogado José Iglesias, que representa al grupo más grande de familiares, también se mostró conforme con la sentencia de Casación y cuestionó al Tribunal Oral. Señaló que “es la primera vez en la historia judicial argentina que un funcionario es condenado por incendio seguido de muerte. Me parece que es una sentencia que vio los hechos que vimos nosotros en el juicio oral, distintos, pero los vio. En cambio, el Tribunal Oral no vio los hechos”. “Me imagino que es un mensaje a la sociedad, que con esta sentencia cerramos Cromañón y con esta sentencia también abrimos la calle”, dijo Iglesias. “Se terminó la impunidad, van a estar en la cárcel por el delito que cometieron”, sostuvo.

Patricio Poplavsky, también abogado de otro grupo de familiares, coincidió en la importancia de la sentencia de Casación. “Es justo –dijo Poplavsky–. Que se haya demostrado que todos los imputados tienen responsabilidad penal es justo y es lo que se estaba pidiendo desde el principio, que todos los responsables tengan condena.”

El fiscal de Casación, Raúl Plée, se mostró satisfecho de que Callejeros haya sido sumado al grupo de los condenados, “se les terminó la impunidad”, dijo, pero rechazó la calificación de delito culposo. “Tendría que haber sido dolo eventual”, dijo el fiscal. Plée señaló que recurrirá a la Corte Suprema para plantear su diferencia con la calificación.

Del lado de Omar Chabán, el abogado Vicente D’Attoli, pese a que el empresario fue el principal beneficiado en la causa (le redujeron la condena desde los 20 años que recibió a un máximo de 11), mostró su disconformidad y sostuvo que apelará el fallo. “Los responsables del incendio son los tres chicos que tiraron las bengalas y no Chabán, y el cohecho es un invento, ya que nunca se pagaron coimas.”