Cuando el presidente del cuerpo la llamó para que hiciera uso de la palabra, la bonaerense Diana Conti no estaba en su banca. “Disculpen, efectivamente me fui a comer en el momento inadecuado”, arrancó. A lo largo de su difusa explicación demostró que el trago que estaba por beber era muy difícil de pasar. La frepasista comenzó recordando que “si alguien me metió en esto, debo decir que lo hizo Juan Pablo Cafiero: no hay otro”. Paso seguido, y luego de manifestar que votaba guiada por su conciencia, la ex secretaria de Derechos Humanos de Fernando de la Rúa, hasta el 20 de diciembre del 2001, justificó los vandálicos hechos en los que apareció involucrado el gastronómico Luis Barrionuevo en las frustradas elecciones catamarqueñas, del pasado 2 de marzo. Incluso logró que la barra del sindicalista le brindara algunos aplausos.
El respaldo de Conti a Barrionuevo resulta más incomprensible aun desde el punto de vista de las matemáticas. Cuando comenzó a explicar su posición la suerte de Barrionuevo ya estaba jugada. El oficialismo hacía gala de contar con los respaldos necesarios para que quienes respaldaban el dictamen de exclusión no obtuvieran los dos tercios necesarios para conseguir su separación del cuerpo.
“No compartimos la decisión tomada por Conti. Para nosotros estaba absolutamente claro que luego de un atentado contra la democracia como el impedir votar, solo cabía la expulsión de Barrionuevo. Ella tomó la decisión con absoluta autonomía del bloque del Frepaso en Diputados”, comentó a este diario el diputado porteño Darío Alessandro. En verdad hasta la noche anterior a la sesión, los frepasistas sabían que Conti votaría por la exclusión del gastronómico.
La propia legisladora lo dejó en claro en su alocución. “Hasta ayer pensaba votar por la exclusión del señor senador Barrionuevo. Además, pensaba que votar en sentido contrario era defraudar a los que así lo esperaban de mí.” Lo descabellado del caso es que luego de eso, optó por defraudar a quienes comparten con ella los restos del Frepaso. Tan incomprensible como su voto fueron sus argumentos. Dijo cosas como: “Mamá: lo que pasa es que el tema no está claro. Si él es senador por Catamarca no se entiende lo que está pasando. Por supuesto, yo me dejo llevar por mis hijos”. “Todos los sectores, gubernamentales o no, que confían en mí deberán confiar también hoy para saber que soy la misma de siempre.” “Yo puedo excluir de un cuerpo al señor Bussi, pero no voy a excluir del cuerpo a cualquier otro par. Solamente voy a reprocharle su conducta.” “Sé que voy a ser funcional a la no exclusión.” Su discurso no hace más que darle la razón a Horacio Verbitsky que alguna vez definió a Conti como “insospechada de pensamiento propio”.