Ayer viajó a Catamarca. No bien llegó anunció lagrimeando “Mi apoyo es a la fórmula Menem-Romero”. Ya lo había sugerido varias horas antes en su despacho, no bien terminó la sesión que consagró su impunidad.
Eran las cinco de la mañana. El despacho de Luis Barrionuevo era una verdadera romería de colaboradores y favorecidos que buscaban abrazarlo, felicitarlo o, en el mejor de los casos, hacerle llegar una estampita de la Virgen del Valle, la patrona de Catamarca. En ese maremagnum el senador se dispuso a hablar con los periodistas que esperaban en la antesala. La paz y el silencio se produjo no por orden del legislador sino por uno de sus empleados, un sordomudo, que con fuertes ademanes vació el despacho y ordenó a los periodistas sentarse para comenzar las preguntas. Flanqueado por una bandera argentina y una catamarqueña y masticando el caramelo de miel que le entregó su empleado, el polémico senador reconoció errores, anticipó a quién apoyará en la presidencial y dio cuenta de sus broncas.
–Costó, pero logró zafar. ¿No le parece?
–Creo que todo lo sucedido en mi vida fueron partos. Todo fue así. Se ganó con mucho sacrificio, con mucho esfuerzo. Hoy estaba tranquilo porque siempre supe que esto era un tema político. Yo tengo la conciencia tranquila porque en el Senado todo está atado a especulaciones políticas. Por ejemplo el Frente Cívico y Social (FCyS) jugó muy fuerte para instalar este tema en el cuerpo y, por el otro, estuvo (Cristina) Kirchner, a quien le interesaba sacrificarme para ganar votos para su marido.
–Bueno, usted nunca ocultó su desacuerdo con Kirchner.
–Tal vez me apresuré en opinar sobre mi decisión de no apoyar jamás a Kirchner. Esto hizo que me quisiera inculpar y sentenciar.
–Su discurso en el recinto dejó trascender una especie de autocrítica a lo sucedido en Catamarca. ¿Se arrepiente de lo que pasó?
–Pedí disculpas. Sería necio no hacerlo. Lo hice por el pueblo de Catamarca que vive y sufre las vicisitudes del FCyS. Además, pedí disculpas porque, en definitiva, algo hicimos mal. Nadie me puede señalar directamente como responsable de lo sucedido. Aguanté todo porque soy un conductor. Aguanté a los medios y a los mediáticos que buscaron posicionarse con el tema Catamarca que es una provincia que apenas alcanza el 5 por ciento de la economía y de la política del país.
–¿A qué se refiere con inclinar la balanza?
–Lo que pasa es que saben que yo tengo un trabajo muy fuerte con las organizaciones sindicales que me siguen y me respetan. También hay varios dirigentes políticos que lo hacen. Además no se debe descuidar el hecho de que el PJ en mi provincia gana por el 80 por ciento y eso genera un gran ascendiente en la región del noroeste argentino.
–¿Y esa balanza para cuál de los tres candidatos que tiene el PJ se puede inclinar?
–Eso lo resolveremos el viernes (por hoy) durante el congreso que realizará el PJ de mi provincia. De allí saldrá el apoyo a la fórmula presidencial. Pero hoy lo importante es el resultado de la sesión. Yo jamás esperé el apoyo de los senadores (de Santa Cruz y San Luis) que responden a los dos candidatos presidenciales por los que nunca milité y que no lo haré.
–Entonces, su candidato presidencial no puede ser otro que Carlos Menem.
–(Asiente con la cabeza pero no responde) Mi candidato está muy cerca de Catamarca.
–¿A partir de este nuevo acercamiento con el ex presidente se puede entender que allí reside su confianza sobre el futuro fallo de la Corte Suprema cuando entienda en el caso de su residencia?
–No creo que sirva. Por primera vez la Corte se abocará al tema de fondo. Yo confío en los nueve jueces que entenderán el caso y se ajustarán a derecho. Tengo plena confianza porque la cuestión de la residencia ha quedado demostrada.
–¿Pero si la Corte le niega esa posibilidad?
–Si no es así, me someto a la Justicia. Si las elecciones son en septiembre o en octubre convocaré a internas. Si el gobierno de (Oscar) Castillo las convoca antes tendrá que decidirlo el congreso partidario.
–La oposición que pedía su exclusión ganó la votación pero no consiguió los dos tercios que exige la Constitución. ¿Cuál es el costo político para usted?
–El costo no lo pagué esta noche. Ya lo vengo pagando. Pero es en el ámbito nacional. No sucede lo mismo en Catamarca que es lo que más me interesa.
–¿Entonces, fue un triunfo o una derrota?
–Fue un triunfo para Catamarca, para el PJ, para todos los que me apoyaron. Pero para mí fue una derrota.
–¿Por qué?
–Todo esto fue un desgaste en lo personal muy fuerte sin ser yo el responsable de lo sucedido. Yo no me sentí bien con todo esto, para nada me sentí bien pero así son las cosas en este cuerpo donde hay muchos intereses. Me quisieron excluir burlando la voluntad popular de mi provincia (de pronto los ojos del senador se humedecen más de lo normal)
–¿Se emocionó?
–(Bebe un vaso de agua que rápidamente le acercó el empleado) Ahora sí, porque no me lo merecía y por eso la bronca con algunos de mi bloque que apoyaron la exclusión.
–¿Esto significa represalias?
–No. Allá ellos con sus aspiraciones y ambiciones.
–¿Tanto poder tiene como para unir al duhaldismo y al menemismo en pos de su defensa?
–No, lo que se unió fue el justicialismo. El bloque debatió profundamente el tema, fueron muchas horas de análisis y por eso la solidaridad conmigo. Ahora lo importante es recuperar mi credibilidad en el ámbito nacional y trabajar para ser el gobernador de Catamarca.