Manuel Mora y Araujo: “Creo que va a haber ballottage, sería muy raro, casi imposible que alguien gane en primera vuelta. Estamos muy cerca de la elección y tendría que haber muchos cambios que no creo que se produzcan. El piso de los cinco primeros, el piso, insisto, llega al 60 y sumando lo que tienen en este momento, llegan a 80 por ciento de todos los votos. Alguno tendría que conseguir el 40 por ciento y no veo de dónde los va a sacar. La elección no va a una polarización, podría ocurrir al final, pero no creo. Por ahora, Menem es el que está más cerca de salir primero, aunque la diferencia es muy pequeña con Kirchner y López Murphy. Va a depender mucho de lo que cada uno haga en esta recta final muy corta que queda”.
Analía Del Franco: “Sí, va a haber ballottage, porque obviamente el caudal electoral está muy distribuido. Tenemos el problema que el 30 por ciento no está convencido de a quien va a votar y por lo tanto no están seguros a qué candidato van a respaldar en definitiva. Menem y Kirchner están a la cabeza y viene subiendo López Murphy que pasó del quinto al tercer lugar”.
Hugo Haime: “Es indudable que va a haber ballottage porque ningún candidato despega ni se ve a ninguno llegar a 40 puntos. Con mi última encuesta que sigue diciendo que hay sólo un 48 por ciento de ciudadanos interesados en las elecciones y muy poca gente totalmente decidida, apenas el 39 por ciento, insisto en que esto se decide en esta semana que comienza. A esto hay que agregar que la mitad de los encuestados no confía en nadie. Por esa razón no puedo pronunciarme sobre quién va a ganar la primera vuelta. Lo único casi seguro es que habrá segunda vuelta”.
Enrique Zuleta Puceiro: “Habrá ballottage y la pregunta sobre quién va a ganar la primera vuelta tiene pronóstico reservado por ahora. Hay dos candidatos, Kirchner y Menem, que tienen idénticas posibilidades de triunfo y un tercero, Ricardo López Murphy, puede capitalizar el voto nojusticialista aún pendiente de decisión. Una cuarta parte del electorado se manifiesta probable o muy probablemente decidido a cambiar su voto en la última semana a lo cual hay que sumar el nivel de indecisión que ya tenemos normalmente en las encuestas”.
Eduardo Fidanza: “Menem es el candidato que mayores probabilidades tiene de ganar la primera vuelta, aunque no alcanzaría mucho más que una cuarta parte del voto positivo. Ello vuelve prácticamente inevitable la realización de un ballottage”.
Graciela Römer: “Sin dudas va a haber ballottage y eso es cada vez más evidente: no va a haber un ganador el 27 de abril. La doble vuelta genera una lógica en el votante y por eso yo creo que no habrá un ganador sino dos ganadores. El terror de esta elección para los consultores es que la capacidad de proyección es más dificultosa que nunca por la paridad en las intenciones de voto, por el clima y el humor del electorado, que tiene bajas expectativas y porque el votante tiene poco compromiso con las opciones que existen. Eso produce poco convencimiento y una alta volatilidad, gente que cambia de candidato. Más allá de los diez o doce puntos de indecisos, en verdad hay una indecisión oculta porque electores que hoy dicen que están decididos pueden cambiar todavía. No puedo decir con certeza quién va a ganar, pero hoy, a una semana, los de mayores chances son Menem y Kirchner. Cambios en los pronósticos van a ser sospechados de operativos políticos, lo cierto es que la mayoría de los encuestadores tienen datos parecidos y todos estamos preocupados por los cambios que se producen”.
Artemio López: “Hay ballottage, seguro. Más todavía considerando que un candidato no justicialista como López Murphy pone la situación en distribuciones del voto más simétricas, más parejas que antes y hace imposible que algún candidato trepe hasta el 40 por ciento. Es magia purahablar de quién va a ganar esa primera vuelta. La irrupción de López Murphy se ve, por ejemplo, en Capital Federal y Gran Buenos Aires, donde el hombre de Recrear está a la cabeza, seguido de cerca por Kirchner, después está Rodríguez Saá y Menem se ubica cuarto. Esto demuestra que el posicionamiento de López Murphy afectó la hegemonía justicialista acumulando votos que vienen de la UCR. En ese terreno LM le sacó ventaja a Carrió que igual sigue relativamente fuerte. López Murphy detuvo el crecimiento de Kirchner, pero también dañó muchísimo los votos que tenía Menem que, por eso, queda cuarto en Capital y GBA”.