El presidente Eduardo Duhalde, desde la zona de la catástrofe, comprometió el envío inmediato de 150 millones de pesos para los damnificados; el gobernador Carlos Reutemann admitió la perspectiva de mudar los barrios más afectados a zonas más seguras.
A los 150 millones, que Santa Fe no deberá reembolsar y serán administrados por su gobernador, se sumará un aporte de 15 millones de pesos por semana en concepto de deudas federales reclamadas por la provincia, que “la Nación reconoció excepcionalmente”, explicó Duhalde.
El Presidente postergó, a causa del desastre, la inauguración del puente Rosario-Victoria, que “de todos modos se abrirá antes del 25 de mayo”, anunció, pero sería inaugurado por el próximo mandatario.
El gobernador Reutemann, en conferencia de prensa conjunta con Duhalde, estimó la cantidad de evacuados en “55.155 personas, de las cuales hay 19 mil en 111 escuelas y 40 mil en más de 500 centros de evacuados, y hay gente que se refugió donde pudo, en galpones y otros lugares”.
Reutemann afirmó que está vigente el proyecto de mudar los barrios del oeste santafesino, que quedaron bajo las aguas del Salado, a la zona norte. Pero advirtió que “eso lo tienen que ver los ecologistas, ambientalistas, paisajistas, psicólogos, ingenieros, técnicos, universidades, el municipio. De todos ellos tiene que salir la decisión: si avanzan a una nueva ciudad o la refundan en el mismo lugar”.