Por E. T. y F. Y.

Todo indica que el ritmo cansino del Parlamento desde que comenzó la campaña electoral se romperá finalmente. El justicialismo oficialista coincide en que en la tarea de los bloques de senadores y diputados del PJ pesan los avances que pueda obtener el futuro gobierno de Néstor Kirchner. Entre los temas pendientes está el impuesto de transferencia a los combustibles (ITC), que consiste en transformar la tasa fija que percibe el Estado de las petroleras por un índice variable. También figura la compensación a los bancos por la pesificación asimétrica del fin de la convertibilidad. Y se suma el reclamo de actualización tarifaria que reclaman las empresas de servicios públicos. Si bien el aumento tarifario no figura en las exigencias del Fondo Monetario, es un reclamo de los países del G7. Aunque la semana pasada se aprobó una nueva suspensión a las ejecuciones hipotecarias, el tema espera una definición de fondo que despeje las continuas prórrogas. Uno de los frentes que abordará el próximo gobierno son los acuerdos con el FMI. El organismo pide una reforma en la Carta Orgánica del Banco Central y también poner a tiro de licitación privada al Banco Nación y el Provincia. Para esa negociación necesitará respaldo legislativo. Hasta la renovación parcial de las Cámaras en diciembre, el oficialismo necesitará hacer gala de sus virtudes de negociación.