Roberto Lavagna ajusta los datos finales de lo que definió como el “Libro Blanco” de la administración que iniciará Néstor Kirchner. En él quedará plasmada su visión de las reformas “estructurales” que deberían implementarse en materia tributaria y previsional.
Durante la última conferencia de prensa que ofreció en el Palacio de Hacienda, Lavagna aseguró que haría públicos estos informes durante la presente semana, para que también sean considerados por el presidente electo.
En sus últimas declaraciones Lavagna descartó la necesidad de una reforma tributaria “amplia” pero se pronunció a favor de un esquema más simple y en lo posible con rebaja de algunas alícuotas. En Economía existe la certeza de que el ministro trabaja en un plan para reducir ya la alícuota del IVA a algunos productos de la canasta básica, lo que permitiría bajar los niveles de indigencia y pobreza. El plan se complementaría con un gravamen a las rentas financieras como por ejemplo la tenencia de plazo fijo y un impuesto al ingreso de capitales golondrina. Por otra parte, Lavagna reconoció que las retenciones a las exportaciones y el impuesto al cheque “no son buenos”, pero que deberán desmantelarse en forma progresiva evaluando la evolución de la economía.
Respecto del sistema previsional, el ministro hizo público su rechazo al régimen actual y adelantó que devolverá la libertad para que los aportantes de las AFJP puedan volver al sistema de reparto.