La política económica que está llevando adelante Lula es correcta, es lo que el país necesita. Creo que especialmente la política fiscal con un superávit de unos 4,25 puntos del PBI es muy importante para mantener la credibilidad en la deuda pública. Pero todavía, claro, tiene un impacto contraccionista sobre la economía. Con respecto a la política monetaria, nosotros esperábamos que el Banco Central mantuviera la tasa de interés; también nos parece correcta porque la inflación está muy por encima de las metas para este año.
No son políticas simpáticas para la población, pero son necesarias. Esas políticas han permitido una caída significativa del riesgo-país, con niveles muy bajos comparados con los que tuvimos el año pasado. Creo que si estas políticas continúan y las reformas que promueve el gobierno, especialmente las de seguridad social, pasan en el Congreso, hay una posibilidad de mejorar la deuda pública. El costo es que este año será el tercero con un crecimiento muy débil. Para este año, nosotros proyectamos un crecimiento del 1,8 por ciento y ésa es una de las proyecciones más optimistas. Las cosas no van tan bien en términos de actividad económica. Para el 2004 tenemos la esperanza de llegar a un 3,5 e incluso a 4. Y para el próximo año prevemos un relajamiento de la política monetaria. Con respecto a si la tasa de interés básica debe mantenerse o reducirse, todo depende del comportamiento de la inflación. Es posible que tengamos otro recorte en el interés de unos 0,50 punto en julio. Yo no creo en recortes rápidos y agresivos en el tipo de interés. Deben ocurrir, pero más adelante, en los últimos dos o tres meses del año.
En general, los pronósticos son positivos, aunque no demasiado optimistas por la situación fiscal, que debe ser consolidada con las reformas. Además hay una gran incertidumbre en torno al comercio internacional. Pero el 2004 probablemente sea un mejor año que los últimos tres. Lo más engañoso es que tengamos un crecimiento más fuerte después, en el 2005 o 2006. Porque la situación actual se parece a la del ‘99. Tuvimos un año de crisis, luego un año de recuperación y cuando todos esperaban que Brasil tuviera años de crecimiento por delante, sufrió una nueva crisis y la economía dejó de progresar.

* Economista jefe del Banco ABN-AMBRO Brasil.