Los Certificados de Depósitos del Sector Inmobiliario (Cedin), uno de los instrumentos lanzados dentro del programa de exteriorización de capitales, contarán con un mercado secundario al que podrá accederse en pesos. Los certificados se entregan contra dólares por el monto total depositado y servirán para operar en el sector inmobiliario tanto en la compra de terrenos como de inmuebles nuevos y usados y hasta para adquisición de materiales. El vendedor podrá canjear los certificados aceptados como medio de pago en el Banco Central por el nominal de sus Cedin, para lo que debe presentar documentación adicional que respalde la operación. Los que no sean utilizados para este fin, o durante el lapso hasta que se cierre este circuito, podrán negociarse entre privados, lo que permitirá a quienes tengan pesos acceder a dólares para llevar a cabo esa operación inmobiliaria, situación que actualmente traba la compraventa de usados.

Los Cedin son color verde, similar al dólar. El viceministro de Economía, Axel Kicillof, los definió como una especie de cheques al viajero. “Este certificado funciona como un cheque: quien los recibió puede ir al otro día al banco y cambiarlo por dólares o guardarlo en su casa sin el riesgo para la seguridad de tener dinero en el hogar”, precisó. Esto se debe a que tanto los Cedin como los Baade (Bonos de Ahorro Argentino de Desarrollo Económico) se registran en la Caja de Valores, igual que un activo bursátil. El circuito se inicia con el ingreso de los dólares a un banco. Este deriva el dinero a una cuenta del Banco Central y le entrega al cliente los Cedin. Se le preguntará bajo qué denominación quiere que se le entreguen los Cedin. Se emitirán en nominación desde 100 dólares.

El circuito primario se cierra cuando el poseedor del Cedin adquiere una propiedad y el vendedor del inmueble lleva el certificado al Central para canjearlo por los dólares. El vendedor también podría utilizarlo para una tercera operación de compra de inmueble, terreno o materiales; y el papel así comienza a circular en una segunda vuelta. Y así sucesivamente. Durante ese lapso de circulación puede haber quienes decidan ofrecer el Cedin para hacer líquido el instrumento. El certificado permite la “compraventa de terrenos, galpones, locales, oficinas, cocheras, lotes, parcelas y viviendas ya construidas y/o la construcción de nuevas unidades habitacionales y/o refacción de inmuebles”, según detalla la norma que fue presentada ayer en el Congreso.

A diferencia de un bono tradicional, los Cedin no tienen vencimiento. Y sólo se hace líquido cuando se presente la documentación pertinente a algún tipo de operación encuadrada en la norma. Para cada cambio de titularidad, ya sea por operación con inmuebles o su canje en dinero, debe ser respaldado. “Si vienen a cambiar el papel por dólares, el vendedor nos va a tener que presentar la escritura firmada por escribano público y toda la documentación de la operación”, explicaron desde el BCRA.

Dentro del mercado secundario, la cotización del Cedin será la que pacten la oferta y la demanda entre privados. Claramente, el vendedor le reconocerá un valor cercano al oficial por el Cedin (que luego canjeará por dólares billetes), mientras que el comprador les conferirá un mayor valor a sus papeles. “Ambas partes estarán libres de acordar su precio en pesos sin obligación de utilizar el tipo de cambio oficial”, señaló la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. Esto abrirá un mercado nuevo que podría llegar a cotizar en pesos. Además, esto permitirá a quienes tengan pesos y requieran dólares para la compra de vivienda adquirir Cedin y hacer la transacción.