El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, precisó ayer algunos objetivos del blanqueo de capitales. El funcionario explicó además que, más allá de las presiones cada vez más intensas por generar una devaluación, no existe fundamento desde el punto de vista económico para convalidar semejante ajuste sobre los que reciben ingresos fijos en pesos. Puesto de otro modo: la estabilidad de la macro funciona como un reaseguro para el salario real de los trabajadores. Uno de los puntos relevantes es que la corrección cambiaria que “desean” grupos exportadores reaviva el proceso inflacionario hasta generar la pérdida del poder de compra y recesión de la economía. “Eso va en contra de cualquier proyecto de crecimiento con inclusión y no será este gobierno el que elija transitar ese camino”, afirmó.

Lorenzino explicó que el blanqueo es una de las tantas medidas que se requieren para avanzar en el sendero de la reindustrialización. “Ahora vamos a buscar que quienes tengan ahorros en dólares sin declarar puedan utilizarlos para invertir en instrumentos transparentes y legales”, señaló el funcionario. Y agregó que “de esa manera no sólo se encuentra resguardo para los ahorros, sino que se los aplica a la operatoria de dos sectores fundamentales para el desarrollo de la economía: el bloque inmobiliario-construcción y el sector hidrocarburo-infraestructura”. Entre los elementos centrales de esta medida se destaca el impacto directo sobre la creación de nuevos puestos de trabajo a partir del estímulo para las empresas constructoras, un sector mano de obra intensiva.

Otro de los puntos claves fue la explicación de por qué no existen motivos para convalidar una devaluación del peso, como proponen economistas de la city en nombre de grupos exportadores y de fuerte poder económico. Entre los elementos que mencionó el funcionario se destaca el bajo peso de la deuda con acreedores privados en moneda extranjera en relación con el Producto. Además, precisó la solidez de las cuentas externas, mencionando el abultado superávit de la balanza comercial y el nivel histórico de las reservas internacionales. “La estabilidad de las cuentas del Estado muestra que todos los que predicen el apocalipsis y proponen devaluaciones no lo hacen mirando la foto de nuestra economía”, graficó Lorenzino. También mencionó que la corrección cambiaria sólo puede beneficiar a unos pocos, porque el resultado no es otro que la pérdida del salario a partir del aumento de los precios del mercado interno y la caída de la actividad. “Los que se perjudican son los que compran y consumen en pesos”, cerró.