La pareja de la madre de Angeles Rawson, Sergio Opatowski, es la cara más visible de la familia, su vocero, como dijo él mismo. No porque esté ajeno sino porque “puedo ponerme desde otro plano para informarles a ustedes esto que está pasando, con mucho dolor”. Opatowski comenzó hablando con el nerviosismo previsible en estos casos y trató desde un primer momento de instalar la hipótesis del crimen fuera del círculo cercano. “Fue al voleo, le podría haber pasado a cualquiera.” También negó que la joven haya vuelto a su casa, como luego quedó demostrado. Y pagó caro por sus afirmaciones: él y el hijo que tuvo con su pareja anterior, fallecida, fueron declarados como principales sospechosos en buena parte de los medios de comunicación. Incluso en la madrugada del sábado ya casi se lo daba como “detenido” por el crimen.

Según contó él mismo a la prensa, y también puede corroborarse en algunos videos por Internet, este hombre se dedicaba a la pesca como “asesor de negocios grandes” de los importadores de elementos relacionados con el rubro. “Pero estoy retirado de eso. Hace mucho tiempo que no lo hago. Sigo pescando. Por eso creo que tengo la capacidad de tomar esto con un poco de más calma y no perder los estribos. Es mi terapia”, dijo en una de las entrevistas que dio. Nunca habrá imaginado que este dato daría pie para que le preguntaran, luego del allanamiento en la madrugada del jueves pasado, y le sugirieran que a Angeles la habían ahorcado con una tanza de pescar.

Entonces, Opatowski pasó de agradecer la cobertura a negarse a dar más reportajes y a correr cuando ve una cámara de cerca. Fue lo que hizo el viernes por la noche, cuando acudió a la fiscalía a declarar, aunque estaba previsto que lo hiciera ayer. Muchos medios se encargaron de seguir condenándolo, aunque no les corresponda. Su ex cuñada viajó desde Punta del Este, donde vive, para dar detalles sobre la relación de éste con su ex mujer, quien falleció de leucemia. Por el momento, no trascendió esta declaración, aunque fuentes de la investigación dijeron que no dejó bien parado a Opatowski en lo referente a su plano íntimo.

Este pescador fue uno de los últimos en salir de la fiscalía en la maratónica toma de testimonios de la fiscal Paula Asaro. Su futuro procesal es incierto aún pero la condena mediática ya fue establecida.