El equipo económico a pleno se reunirá hoy con la misión del FMI para completar la revisión de las metas del acuerdo que vence el 31 de agosto. Se trata del último examen, que en el Palacio de Hacienda descuentan que será superado sin sobresaltos. Desde hace diez días los técnicos del organismo están analizando los resultados de la economía y hasta el momento se mostraron conformes. Roberto Lavagna tuvo ayer una reunión a solas con el delegado permanente del FMI en Argentina, John Dodsworth, que estuvo centrada en la negociación del nuevo convenio, ya que el actual no presenta problemas. Una posibilidad que se barajó es que, si todo va bien, la confirmación del entendimiento se haga pública el 23 de setiembre próximo, durante la asamblea anual del Fondo.
El Gobierno aspira, de todos modos, a que el acuerdo se cierre durante agosto, a fin de evitar una fuerte erogación a comienzos de setiembre. El día 9 de ese último mes hay un vencimiento de 3100 millones de dólares con el organismo. Lavagna negocia para que se incluya en la reprogramación de los compromisos de los próximos tres años, a fin de evitar una salida tan fuerte de reservas. La decisión final se tomará en función del avance de las negociaciones a aquella fecha. La impresión que transmitieron a este diario funcionarios que participan de la negociación es que esta vez todo será mucho más relajado, en comparación con el clima de abierto conflicto que existía en enero último, cuando finalmente se firmó el acuerdo de transición que termina en cincuenta días.
La reunión de ayer entre Lavagna y Dodsworth, por ejemplo, marcó “importantes coincidencias”, según la versión de Economía. Estas coincidencias se dieron “no solamente en las cuestiones formales que hacen a la revisión de las metas, sino también de cara al futuro”. “El staff del FMI quiere avanzar en un acuerdo de largo plazo, que incluya la puesta en marcha de reformas estructurales, pero también son conscientes de la necesidad de reprogramar nuevamente los vencimientos”, agregaron. Lavagna anticipó anteayer a través de un reportaje que concedió al diario inglés Financial Times que el Gobierno no puede pagarles al mismo tiempo a los acreedores privados y a los organismos, por lo que éstos deberán esperar si quieren que Argentina salga del default.
La confianza del equipo económico en alcanzar un pronto entendimiento con el FMI llevó a uno de los funcionarios a mencionar que el organismo mostraría cierta flexibilidad en los tiempos reclamados para instrumentar reformas estructurales, como la sanción de una nueva ley de coparticipación y una reforma tributaria.
También indicó que se aceptarían los plazos expuestos para la renegociación de los contratos de las privatizadas, tarea que encarará una comisión especial hasta fines de 2004, con una consulta final al Congreso. Néstor Kirchner y Lavagna tantearán el nivel de presiones por este tema en la gira por Europa, que arrancó anoche el Presidente y a la que se sumará luego el ministro.