Convencido de que ya no lo alcanzan, Sergio Massa no variará en exceso su estrategia electoral. Seguirá poniendo el eje en los temas que considera que más daño le hacen al oficialismo y más consenso le traen, como la inflación y la inseguridad. En su espacio, la discusión más fuerte es sobre si aceptar o no el debate que le proponen todos sus adversarios, de Martín Insaurralde a Margarita Stolbizer, pasando por Francisco de Narváez. Pese a que Massa intenta mostrar voluntad de debatir, en su entorno indican que la posibilidad “está muy verde”. La cantidad de condiciones que buscan imponer indicarían que, finalmente, no habrá debate en la provincia de Buenos Aires.

Ayer y anteayer Massa estuvo recorriendo distritos del interior de la provincia, como Junín y San Nicolás, donde tuvo un encuentro con Carlos Reutemann y la Mesa de Enlace, Almorzaron y departieron con mucha soltura (ver página 10). Hoy estará en una caravana en La Matanza, uno de los distritos donde el kirchnerismo hizo la diferencia con que mantuvo su caudal electoral. Durante lo que resta de la campaña hasta el 27 de octubre seguirán estas recorridas, en especial por los distritos que le fueron esquivos en las PASO.

Su discurso seguirá orientado a la seguridad ciudadana, a su proyecto de policías municipales, a la inflación y empleo joven, un tópico al que se refirió ayer. “En el conurbano y en el interior cuando no hay oportunidad de empleo, los pibes terminan tomándose un colectivo para irse a buscar futuro fuera de su pueblo. Creemos que generar un puente de acceso de posibilidad a los más jóvenes para ayudarlos a conseguir un lugar en el mercado de trabajo es una responsabilidad del Estado, que tiene herramientas impositivas y de promoción que tiene que aplicarlas”, indicó el intendente de Tigre, que sigue evitando cualquier confrontación abierta con el kirchnerismo. También se alejó del peligro de tener que seguir explicando su acuerdo con el macrismo, luego de que Macri comenzara a desmarcarse de ese pacto por conveniencia, al que el procesado jefe de Gobierno menciona ahora como un acuerdo por “el voto útil”.

El tema que concita mayor discusión en el Frente Renovador es si tienen o no que aceptar debatir con los otros candidatos. Según comentan sus allegados, Massa quiere debatir, pero los otros dirigentes le recomiendan que mejor no lo haga. Por el momento, Massa está poniendo condiciones que le garanticen que no sea él quien quede como el que no aceptó. Una de ellas es que se organicen debates también en otras provincias donde ganó el kirchnerismo, en una nueva interpretación de la cláusula pari passu.

En su entorno, indican que Massa también pedirá que se sigan las sugerencias de Cippec para los debates. La ONG dedicada a la transparencia, que forma parte de la Red Internacional de Debates Electorales, propone convocar al debate a todos los candidatos y no sólo a los primeros tres o primeros cuatro. También indica que los ejes temáticos deberían ser: educación, trabajo, producción, seguridad y transporte.

Según el documento, no podría haber cruces entre los candidatos, sino que cada uno dispondrá de un tiempo para exponer sobre cada tema. Además plantea que el formato debería ser el de una mesa redonda, donde los candidatos se vean las caras y genere “mayor empatía hacia el electorado y genere menos situaciones de fragmentación visual y física”. Y señala que la participación en las tribunas debe ser extremadamente limitada.