EL PAíS
Embajador y mediador
Un rol de “embajador itinerante” es lo que imagina para sí el ex presidente Eduardo Duhalde. Luego de la tirante reunión que mantuvo Néstor Kirchner con los empresarios españoles, Duhalde querría interceder para que la relación no se complique demasiado. Valiéndose de sus contactos en Europa y de su relación de cierta confianza con el español José María Aznar, el bonaerense querría asumir un rol semejante al que se inventó el brasileño Fernando Henrique Cardoso. Un ex funcionario de su gobierno le contó a Página/12 que en sus vacaciones en España e Italia, Duhalde conversó telefónicamente con Alfonso Cortina y con representantes del grupo Marsans. Según su propio relato, el funcionario dio una exposición ante el Consejo Económico Social de España, donde le preguntaron “qué se venía en la Argentina”. En el duhaldismo aseguran que los lazos con las empresas españolas y los bancos de capitales europeos no pasan por sus mejores tiempos. Comentan que los representantes de la Asociación de Bancos Argentinos (ABA) han exteriorizado cierta decepción porque la opinión del ministro Roberto Lavagna ya no es palabra santa, como sucedía durante el gobierno de Duhalde. “Las cosas ya no son como antes”, habría escuchado Duhalde de boca de sus ex ministros que permanecen cerca de la Rosada.