El prostíbulo Spartacus, Página/12, las relaciones de la SIDE con ex policías, una esposa despechada, el espionaje interno de un sector de la SIDE contra otro y las extorsiones de policías a delincuentes fueron ayer partes de la llamativa declaración del director de Contrainteligencia de la SIDE, Antonio Stiusso. Más allá de las anécdotas, el jefe de espías desgranó sus hipótesis. Los policías bonaerenses extorsionaban, pero no tuvieron nada que ver con el atentado. Se armaron pruebas contra los policías porque el gobierno menemista quería echarle el fardo a Eduardo Duhalde. No está del todo claro si Carlos Telleldín tuvo que ver con el atentado. Los iraníes estuvieron detrás del ataque, aunque también hay una conexión siria en el caso AMIA.
Ayer, Stiusso reafirmó en el juicio oral un informe que la SIDE presentó a principios de este año cuando el titular de la secretaría de espías era Miguel Angel Toma. Ese texto decía, por ejemplo, que la Trafic que estalló en la AMIA fue alquilada en una agencia de la avenida Juan B. Justo, un dato que no tiene la menor credibilidad, pero que desvinculaba a los policías bonaerenses del atentado, porque justamente se les achaca que recibieron la camioneta de manos de Telleldín –al que extorsionaban por sus negocios sucios– y le proveyeron el vehículo a los terroristas.
Desconfiando de su visible propensión a favorecer a los bonaerenses, el fiscal Alberto Nisman intentó demostrar que Stiusso tiene relaciones con los uniformados de esa provincia.
–¿Conoce al ex comisario Mario Naldi? –preguntó el fiscal, refiriéndose al cuestionado y otrora poderoso comisario de la Bonaerense, que terminó haciendo trabajos para la SIDE.
–Sí, hicimos varios operativos juntos, pero hace cinco años que no hablamos.
–¿Por qué ya no habla con Naldi? –preguntó el fiscal Nisman.
–Bueno, fue a raíz del caso del prostíbulo Spartacus –contestó Stiusso, rememorando un famoso caso en el que hombres de la SIDE filmaron al juez Norberto Oyarbide–. Naldi habló con un periodista de Página/12 sobre la participación que tuvo la SIDE en esa filmación. Al hijo de Naldi, que trabajaba bajo mis órdenes, le di el pase a raíz de eso.
Nisman quiso dejar flotando la duda de que Stiusso trata de desligar a los bonaerenses justamente por su relación con ellos. El espía, sin embargo, fundamentó su postura en otros dos elementos, aparentemente contradictorios:
- La conexión local no requería de policías bonaerenses, todo estaba en manos del agregado cultural de Irán, Moshen Rabbani. El coordinó la operación. “Buena parte de los datos de la participación de Rabbani se consiguieron porque una mujer colombiana se casó con un hombre llamado Salman El Reda Reda. El matrimonio fracasó y ella empezó a reclamarle dinero por teléfono y le decía que iba a contar toda la participación de Rabbani en el atentado. Al final, Rabbani ordenó que le mandaran plata para que no hable.”
- Telleldín tuvo algo que ver con el atentado, porque ya el mismo día del ataque supo que se había cometido con la camioneta que estaba a su nombre.
Pero en ese punto apareció el problema de cómo se articuló la parte nacional con la internacional. Ahí también Stiusso lanzó hipótesis que no terminan de encajar:
- El atentado lo perpetró Hezbolá. Eso se probaría porque el suicida fue un hombre que se llama Ibrahim Berro, Birru o Burru, dato que obtuvieron a través de un hombre apellidado Saad, de la Triple Frontera.
- Sin embargo, también se está estudiando la pista siria debido al llamado de Alberto Kanoore Edul, un sirio-libanés cercano a los Menem y Yoma, quien se comunicó con Telleldín el mismo día que éste entregó lacamioneta. Según Stiusso, Galeano no quería que se avanzara en esa dirección.
“Estamos metidos en un juego de mentirosos –redondeó anoche Pablo Jacoby, el abogado de los familiares agrupados en Memoria Activa–. Escuchamos a Anzorreguy, vemos lo hecho por Galeano, asistimos a las acusaciones cruzadas de miembros de la SIDE. Es hora de que escuchemos a quien estaba por arriba de todos ellos”, en obvia referencia a Carlos Menem.