La senadora Cristina Fernández de Kirchner fue citada ayer por el tribunal oral del caso AMIA. Cuando la actual primera dama integró la Comisión Bicameral de seguimiento de la investigación de los atentados, redactó un informe muy duro en el que señalaba que, adrede, el gobierno de Carlos Menem había dejado de lado la llamada pista siria del atentado. Esta cuestión está ahora nuevamente sobre el tapete, ya que varios agentes de la SIDE sugirieron que efectivamente no se quiso avanzar en la eventual responsabilidad de terroristas venidos de las tierras de Monzer Al Kassar, los Yoma y los propios Menem.
En la citación de ayer, los jueces Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo no fijaron fecha para que la senadora Kirchner prestara declaración, pero todo indica que cuando terminen de comparecer los hombres de la SIDE –faltan unos diez–, se escuchará a la primera dama.
Una de las hipótesis que siempre se manejó en relación con el atentado es que Menem realizó compromisos preelectorales con los gobiernos de varios países árabes, y en especial Siria. A cambio de apoyo monetario para la campaña electoral, Menem habría prometido asistencia en materia nuclear, en tecnología de misiles y en la fabricación de armamento. Esos acuerdos se habrían burlado, lo que explicaría por qué el atentado se cometió en la Argentina.
Siempre se insistió en que el ataque fue perpetrado por terroristas venidos del Líbano, de la organización Hezbolá, pero actuando en el marco de un plan diseñado por Irán. La pista siria fue dejada a un lado ya al principio y de esto es de lo que quieren hablar los jueces con la senadora Kirchner.